Benedicto XVI subraya la belleza del matrimonio y la familia
Uno de los mensajes del Papa, de fin de año, fue el llamado a dar testimonio de la belleza del matrimonio y la familia. A los miles de personas que le escuchaban, Benedicto XVI se dirigió señalando que en esta fiesta "adoramos el misterio de un Dios que ha querido nacer de una mujer, la Virgen Santa, y que vino a este mundo como todos los seres humanos. De este modo ha santificado la realidad de la familia, colmándola de la gracia divina y revelando plenamente su vocación y su misión".
Tras recordar lo que tantas veces repitió Juan Pablo II, que "el bien de la persona y de la sociedad está estrechamente relacionado con la "buena salud" de la familia", Benedicto XVI señaló que "por eso, la Iglesia está comprometida en la defensa y promoción de "la dignidad natural y el altísimo valor sagrado" —son palabras del Concilio Vaticano II— del matrimonio y la familia".
Dirigiéndose a continuación a los participantes en el Encuentro de las Familias que se celebró este domingo en Madrid, invitó a las familias cristianas "a experimentar la presencia amorosa del Señor en sus vidas". Asimismo, les animó "a que, inspirándose en el amor de Cristo por los hombres, den testimonio ante el mundo de la belleza del amor humano, del matrimonio y la familia".
La familia, "fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, constituye el ámbito privilegiado en el que la vida humana es acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural. Por eso, los padres tienen el derecho y la obligación fundamental de educar a sus hijos en la fe y en los valores que dignifican la existencia humana".
Benedicto XVI subrayó que "vale la pena trabajar por la familia y el matrimonio porque vale la pena trabajar por el ser humano, el ser más precioso creado por Dios". En este contexto, pidió a los niños que "quieran y recen por sus padres y hermanos"; a los jóvenes, "que estimulados por el amor de sus padres, sigan con generosidad su propia vocación matrimonial, sacerdotal o religiosa"; a los ancianos y enfermos, "que encuentren la ayuda y comprensión necesarias". Finalmente, a los esposos pidió: "Contad siempre con la gracia de Dios, para que vuestro amor sea cada vez más fecundo y fiel".
La familia es la principal “agencia” de paz
El Papa subrayó que "precisamente, en el nombre de María, Madre de Dios y de los hombres, desde hace 40 años se celebra el primer día del año la Jornada Mundial de la Paz. El tema que he escogido para esta ocasión es "Familia humana, comunidad de paz". El mismo amor que edifica y mantiene unida a la familia, célula vital de la sociedad, favorece esas relaciones de solidaridad y de colaboración entre los pueblos de la tierra, que son propias de los miembros de la única familia humana".
Tras poner de relieve que "existe una íntima relación entre familia, sociedad y paz", Benedicto XVI afirmó que "quien obstaculiza la institución familiar —escribo en el Mensaje para esta Jornada de la Paz—, aunque sea inconscientemente, hace que la paz de toda la comunidad, nacional e internacional, sea frágil, porque debilita lo que, de hecho, es la principal "agencia" de paz".
"No vivimos unos al lado de otros por casualidad; todos estamos recorriendo un mismo camino como hombres y, por tanto, como hermanos y hermanas". Por tanto, es realmente importante que cada uno asuma sus propias responsabilidades ante Dios y que reconozca en Él la fuente originaria de la existencia propia y de la de los demás". De esta conciencia deriva un compromiso para hacer de la humanidad una auténtica comunidad de paz, regida por una "ley común, que ayude a la libertad a ser realmente ella misma, [...] y que proteja al débil del abuso del más fuerte".