Colombia: Ingrid Betancourt y rehenes liberados


Las FARC y las movidas de Uribe


En el plano internacional la noticia del día es la liberación por el ejército colombiano de los cautivos de las FARC, entre quienes la persona más conocida o mencionada es la ex candidata Íngrid Betancourt. Según informaciones que se pueden creer, la fuerza armada colombiana infiltró gente en la cúpula de las FARC y logró que éstas concentraran a los importantes prisioneros (incluidos tres estadounidenses) en un mismo lugar, con el pretexto de que era necesario acercarlos a donde está el nuevo jefe de las FARC Alfonso Cano. La trampa, aparentemente, funcionó: los antes dispersos prisioneros fueron llevados a un determinado lugar y de allí fueron rescatados por un helicóptero que aparentaba ser de un organismo internacional, pero que en realidad era de la fuerza armada colombiana.


Pelea de mafiosos

Un observador poco informado podría creer que se trata de una bien urdida estratagema que engañó a astutos e implacables adversarios como la gente de las FARC. La verdad es que no ha habido ni estratagema bien urdida ni un gran adversario engañado. Para desgracia de su pueblo, Colombia se debate en una lucha entre dos bandos mafiosos: la fuerza armada colombiana y las FARC. Pero hay una ventaja a favor de la primera: los combatientes y jefes de las FARC están corroídos por el consumo de la droga; obtienen dinero de ella, pero se vuelven adictos1. Mientras, como hemos señalado en Con nuestro Perú, la fuerza armada colombiana —cuyos miembros no son famosos por consumir drogas— se encamina en la senda de los vividores y rateros, por lo cual con gusto permiten la presencia de militares estadounidenses en su país y no tienen el menor interés en acabar con las FARC, porque el gobierno y las fuerzas armadas colombianas saben que si se extinguen las FARC se acaba el jugoso dinero que les dan sus amos yanquis. Es un escándalo que la fuerza armada de Colombia no quiera poner fin al conflicto armado con los terroristas farmacodependientes de las FARC.

El prolongado consumo de estupefacientes ha hecho perder a los de las FARC todo sentido de la realidad, ya no tienen noción de lo que son objetivos publicitarios y políticos; son personas que fluctúan entre violentos arrebatos de locura homicida e intensos periodos de depresión (en ambas situaciones, con sus facultades mentales seriamente perturbadas y disminuidas). Estos despreciables viciosos y homicidas sometieron a inhumano cautiverio a personas ajenas al conflicto; no entendieron llamados ni sugerencias de nadie para liberar a los prisioneros. Por supuesto que hacer caer en la trampa a estos zombis armados de las FARC es cosa de niños, lo que han hecho con éxito los históricamente cobardes militares colombianos2.

Implicancias para el Perú

En entrega anterior3, denunciamos que Colombia representa un peligro muy serio para el continente y que es un país que sigue una línea expansionista, ha robado territorios al Perú y a Nicaragua4. Pero la amenaza de Colombia contra el Perú continúa. El mes pasado se conoció una noticia que pasó casi inadvertida: un soldado peruano había sido herido por los locos terroristas de las FARC. Esto podría parecer un incidente de poca trascendencia, pero para interpretar estas situaciones debemos partir de que por el sur limitamos con Chile, país delincuente enemigo jurado del Perú y por el norte tenemos al Ecuador, aliado histórico de Chile, y a Colombia, país que roba territorios.

En este contexto de amenazas reales tenemos lo siguiente: si Chile ataca militarmente al Perú, Ecuador inmediatamente movilizaría fuerzas militares, si no para agredir, al menos para amagar y obligar a que la fuerza armada peruana destine a la frontera norte tropas que son necesarias para enfrentar en el sur al país delincuente. ¿Y Colombia? Este peligroso país ya está enviando señales inequívocas a Chile, en el sentido de que hará lo necesario para que el Perú se vea compelido a enviar tropas también a la frontera con Colombia. ¿Cómo se presenta esto? De una manera sencilla, pero diferente de lo que pasaría con el Ecuador. Mientras este país movilizaría abiertamente sus tropas, Colombia haría lo contrario: retiraría sus fuerzas para dejar que las FARC se consoliden y sean ellas las que amenacen al Perú. Esto permitiría a Colombia lavarse las manos llevando a la práctica una conducta resumida en este lema: “Nuestra fuerza armada es neutral, y como muestra de ello retiramos nuestras tropas de la frontera”.

Es bueno estar a la expectativa de lo que ocurre fuera de nuestro país, y alegrarnos por la libertad de personas sometidas a cruel y prolongado cautiverio; pero eso no debe hacernos perder de vista la naturaleza de los peligrosos actores mafiosos (fuerza armada colombiana y las FARC) que han intervenido en este drama. Tengamos presente además que las FARC han tenido y tienen lazos con siniestros peruanos, como Vladimiro Montesinos, quien les vendió armas, y con el MRTA, como lo confirmó el ministro de Defensa, Antero Flores Araoz.

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1 Ver: Álvaro Uribe, amenaza y sinvergüencería.
2 Ver: Protesta contra las FARC.
3 Ver: Colombia: país peligroso para el continente.
4 Ver: El valioso precedente creado por la CIJ con el caso Nicaragua vs Colombia.