Un pasajero de un ómnibus, de edad entre 18 a 20 años, que dormía con la cabeza pegada a una ventana, fue acuchillado y decapitado en uno de los crímenes más sangrientos que se haya producido en un medio de transporte público en Canadá, el cual ocupa las portadas de la prensa canadiense.
El desconocido, que portaba gafas oscuras, se encontraba sentado al lado de la víctima, cuando de pronto lo acuchilló repetidamente. A los gritos, los pasajeros y el chofer sólo atinaron a detener el bus y huir, tras lo cual el asesino terminó decapitando al joven con uncuchillo de hoja larga y comiendo partes del cadáver.
El ómnibus de Greyhound iba camino a Winnipeg la noche del miércoles, cuando sucedió el crimen. En su huída del crimen, el chofer trabó el bus y él con los pasajeros cerraron la puerta del vehículo para que el asesino no pudiese fugar.
La policía detuvo al sujeto, de unos 40 años. Un testigo, que presenció los momentos iniciales del ataque, gritó diciendo que ocurría un acuchillamiento y pidiendo que se detenga el bus y que todos huyan.
Después de bajar, un grupo de pasajeros se acercó al vehículo para tratar de ayudar a la víctima, pero entonces el asesino estaba decapitando al joven y con la cabeza de la víctima en una mano y el cuchillo en la otra, trató de atacar a los demás pasajeros.
Poco después el criminal acuchilló una ventana, pero no pudo salir; tampoco pudo arrancar el ómnibus, que el chofer había trabado.
Un camión se detuvo en la escena y su chofer alcanzó llaves inglesas y palancas a varios pasajeros, entonces rodearon al asesino para que no pueda salir del ómnibus hasta que llegase la policía; mientras tanto, el asesino insultaba y miraba con ojos desquiciados a la gente, entonces dejó la cabeza y se dirigió al cuerpo, donde realizó indignidades con éste y cortó y comió algunas partes, según testigos.
Los testigos indican que el asesino se comportaba como un robot, y otro testigo señaló que antes del crimen notó algo malo en el asesino, pues cuando alguien dice “hola” cualquiera responde, pero el asesino sólo lo miró y lo observó.
Los especialistas indican que el criminal responde al tipo de sicópatas que de pronto entran en una especie de trance e ignoran al mundo que los rodea.
El hecho sin precedentes ha llevado a las autoridades canadienses a revisar las medidas de seguridad en los medios de transporte.