Un niño fue filmado decapitando a un prisionero atado mientras es alentado por mercenarios subvencionados por los países extranjeros detrás del terrorismo desatado para derrocar al presidente sirio Bashar al Assad.
El menor cumple la orden con varios golpes de machete en el cuello de la víctima, en medio de gritos de los terroristas: ¡Allahu Akbar!" ("Dios es grande", en árabe), conocida proclama musulmana.
Después del asesinato cogen la cabeza y la colocan sobre el cuerpo.
Las escenas fueron subidas a Youtube y muestran una faceta más del terror instigado por los Estados Unidos y sus aliados en su afán de controlar Siria.