Los sistemas de defensa antiaérea de los Estados Unidos necesitarían disparar cientos de proyectiles antimisiles para interceptar un único misil ruso RS-28 Sarmat, apodado ‘Satanás 2’ por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), si Rusia decidiera lanzarlo contra EE.UU.
El impacto solamente podría evitarse si los norteamericanos dispararan 500 misiles antiaéreos para interceptarlo, ha dicho el jefe del Comité de Seguridad y Defensa del Senado ruso, Viktor Bondarev, citado el jueves por la revista semanal neoyorquino Newsweek.
Sistema de misil RS-28 Sarmat, apodado ‘Satanás 2’ por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
Esa afirmación de Bondarev se basa en el resultado de una conclusión presentada por expertos occidentales, según dijo él mismo, sin llegar a detallar la identidad de los especialistas, señala el rotativo, que se hace eco de una entrevista del político con una agencia de noticias local.
Desde que Rusia informara de la producción del RS-28 Sarmat, un sistema de misiles balísticos intercontinentales (ICBM, por sus siglas en inglés) planificado para reemplazar los temibles R-36 ‘Satanás’, son muchos los funcionarios rusos que alardean de las capacidades de esa arma, de fabricación nacional.
A principios de este mes de marzo, el presidente ruso, Vladímir Putin, presentó los nuevos avances armamentísticos de Rusia en su discurso anual a la nación.
En su exhibición, Putin dio a conocer, además del RS-28 Sarmat, otros misiles, como uno nuclear de crucero, o el cohete Kinzhal, un arma hipersónica diseñada para atacar a portaaviones y otros objetivos bien defendidos.
El Satanás 2, que contará con al menos 15 ojivas divisibles de guiado individual (más que las 10 ojivas nucleares del SS-18 Satanás), está considerado “la cabeza nuclear más potente y mortal del planeta” y puede cubrir hasta 16 mil kilómetros, con lo que podría llegar a Estados Unidos en tan sólo 12 minutos, según medios occidentales citados por el semanario estadounidense.
Hispantav, 23.03.2018