Pese a las múltiples denuncias, los monjes budistas, en especial de Sri Lanka, continúan torturando a los elefantes de sus templos, sin que el gobierno u organizaciones de defensa de los animales puedan impedirlo. Un nuevo vídeo muestra el horror de esta religión que gusta presentarse como una de ética, moral y sentimientos elevados.
En la grabación se ve a un elefante exhausto que barrita de dolor ante la tortura sufrida por un sujeto que le da reiteradamente con una vara en la cabeza, en medio de un río turbio, así buscan someterlo para que sirva para la exhibición.
El animal pertenece al templo budista de Mirigama, Sri Lanka. Al hombre se le entrega un palo con el que golpea al paquidermo hasata que cae de dolor incluso hasta que su cabeza queda bajo el agua.
Las imágenes de la horrible escena fueron capturadas en un templo budista llamado Sasanawardena Pirivena en Mirigama, Sri Lanka, según informa el diario británico Metro.
Fue publicado en la página de Facebook Rally for Animals Rights & Environment que afirman que el nombre del elefante es Vishwa.
Tropezando, Vishwa intenta desesperadamente sacudir al hombre de su espalda golpeando su cola contra el agua. Sin embargo, el hombre continúa en sus palizas contra el indefenso proboscídeo.
La activista Maneesha Arachchige de RARE dijo que la crueldad y la tortura son parte de la vida cotidiana en la industria del elefante cautivo en Sri Lanka. También mostraron la foto de este elefante encadenado a un árbol por dos semanas.
El elefante parece incapaz de cargar su propio peso cuando es golpeado por el palo y se pone de pie antes de que se corte el vídeo.
Un monje también ha publicado fotos y videos en la página de Facebook que muestra a Vishwa atado a un árbol donde lo mantuvieron durante dos semanas como parte de un ritual budista y también denuncia el sufrimiento de los elefantes en Sri Lanka es a través de desfiles budistas llamados peraheras.
Las Peraheras forman la piedra angular de la cultura de Sri Lanka con tambores, bailarines, elefantes adornados y fanfarria para diversión. A los elefantes los hacen caminar varios kilómetros con los incómodos vestidos y cargando gente.
La captura de elefantes salvajes es ilegal en Sri Lanka, pero los cazadores delincuenciales furtivos matan a las madres de elefantes para robar a sus crías y llevarlas donde los depravados religiosos de los templos budistas.
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Advertencia.El siguiente vídeo contiene imágenes brutales:
