La Paz, 1 abr (Sputnik).- El impuesto a las grandes fortunas, cobrado por primera vez en Bolivia, fue pagado este año por 182 millonarios, más de los previstos, que dejaron en las arcas públicas el equivalente de casi 23 millones de dólares, según informó este jueves el presidente Luis Arce.
"Superamos nuestras expectativas con el Impuesto a las Grandes Fortunas (IGF). Al 31 de marzo de 2021, recaudamos 159,3 millones pesos bolivianos (23 millones de dólares) y se registraron 182 millonarios residentes en Bolivia, cuyo patrimonio supera 30 millones de pesos bolivianos que corresponde al 0,001 por ciento de la población", escribió Arce en su cuenta de Twitter.
Cuando el Gobierno de Arce creó el IGF a fines del año pasado, como una de sus primeras medidas para fortalecer las finanzas públicas y alentar la reactivación económica, anunció que tenía registrados a 152 posibles aportantes del tributo.
IMPACTO
Según el Gobierno, Bolivia ha fijado el mínimo más alto de riqueza en Latinoamérica para que una persona sea considerada millonaria con fines tributarios: 30 millones de bolivianos que equivalen a 4,3 millones de dólares, incluidos recursos monetarios y bienes materiales.
"Con esta medida, los más ricos contribuyen al mejoramiento de la calidad de vida de los más necesitados. Reactivamos nuestra política de redistribución de los ingresos", proclamó el gobernante.
El impuesto a los ricos, que será permanente y afecta a bolivianos con fortunas dentro o fuera del país y a extranjeros residentes, tiene alícuotas que varían entre 1,4 por ciento y 2,4 por ciento del valor declarado.
El presidente del Servicio de Impuestos Nacionales, Mario Cazón, dijo al diario La Razón que el IGF compensará en parte la caída interanual de casi 27 por ciento que las recaudaciones tributarias sufrieron en 2020.
Atribuyó ese bajón a malos manejos del Gobierno transitorio de Jeanine Áñez (noviembre 2019-noviembre 2020), más la semiparalización económica derivada de la pandemia de covid-19.
Además del IGF, el plan de reactivación económica lanzado por el Gobierno de Arce incluía devoluciones parciales de impuestos a personas de salarios bajos, una línea de créditos blandos para microempresas y un bono equivalente a 144 dólares pagado a más de cuatro millones de personas sin salarios fijos. (Sputnik)