Rosa Bronstein
Tel Aviv, 12 may (Sputnik).- Sinagogas en llamas y batallas campales se suceden en varias ciudades mixtas israelíes donde viven musulmanes y judíos, mientras la violencia en Israel y Gaza cobra otras formas dentro de Israel y Netanyahu declara el estado de emergencia en alguna de ellas.
Israel ordenó un incremento masivo de las fuerzas de seguridad en las ciudades con población judía y árabe unas horas después de que se declarara el estado de emergencia en la ciudad de Lod, donde durante la madrugada del miércoles hubo grandes manifestaciones de violencia por parte de ciudadanos árabes, reportó la Policía.
Al parecer tres sinagogas fueron incendiadas, algunas tiendas y varios automóviles.
El tan poco usado estado de emergencia otorga a los policías mayor autoridad y libertad para operar en la localidad en la que se ha declarado, pueden cerrar zonas de la ciudad, entrar en cualquier lugar para restablecer el orden y emplear la fuerza, de "manera razonable", para que los ciudadanos obedezcan sus normativas.
CÓCTELES MOLOTOV
El Canal 12 de noticias recogió informaciones de ciudadanos de Lod cuya corriente eléctrica había sido cortada y otros a los que les arrojaron cócteles molotov por las ventanas de sus viviendas. También agentes de la Policía acompañaron a algunos residentes para protegerlos de ataques de otros en las calles y un hombre de 56 años fue herido de gravedad con una roca mientras conducía.
"Esto es una guerra civil", dijo el alcalde de Lod, Yair Revivo, y lamentó que décadas de coexistencia estuvieran yéndose al traste ese día.
En la ciudad de Beersheva, también mixta, un adolescente judío fue acuchillado en la calle, durante un altercado entre manifestantes árabes y judíos.
Los manifestantes propalestinos protestaban en las inmediaciones de la Universidad de Ben Gurión por los posibles desahucios de cuatro familias palestinas que viven en el barrio de Sheik Jarrah, en Jerusalén, por una ley que, en principio, favorece a los judíos nacionalistas que reclaman sus propiedades, en un caso que lleva años siendo dirimido en los tribunales.
LOS MISILES NO DISTINGUEN ENTRE JUDÍOS Y MUSULMANES
Anoche el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, visitó Lod y subrayó la gravedad de los sucesos, "esto es anarquía y no podemos aceptarlo", dijo el mandatario.
Sugirió imponer un toque de queda para "restaurar la ley y el orden con puño de hierro", y hoy los ciudadanos de todas las ciudades mixtas recibieron comunicado de la Policía en ese sentido: "Se requiere que los ciudadanos permanezcan en sus casas desde las ocho de la noche hasta las cuatro de la madrugada. Se limitan los movimientos para prevenir altercados. No se permite estar en lugares públicos. No se permite la entrada a la ciudad."
El mismo comunicado llamaba la atención sobre la necesidad de estar atentos a los ataques con misiles y atender las directrices cuando vayan a los lugares seguros.
El martes un hombre árabe fue tiroteado en la misma ciudad de Lod y este miércoles tres hombres judíos fueron arrestados como sospechosos del asesinato.
La violencia se ha esparcido por numerosas ciudades mixtas, entre ellas Ramle, Yavne, en una situación que el jefe de la Policía israelí, Yakov Shabtai, dijo que no tenía precedentes. "Es algo que no hemos visto ni siquiera en los incidentes de octubre de 2000", refiriéndose al comienzo de la segunda Intifada.
Varios ministros y diputados pidieron acción gubernamental urgente y el líder del partido árabe Raam, Mansour Abás, hizo un desesperado llamamiento a la calma: "Las protestas en la sociedad árabe se están moviendo en una dirección muy peligrosa, ya que las protestas populares se han convertido en violencia. Esta es una am
enaza para la paz, para los jóvenes árabes. Hago un llamado a todos a comportarse responsablemente y adherirse al estado de derecho", manifestó.
Los días se siguen en una escalada en la violencia entre Hamás, que gobierna en Gaza, e Israel, con más de 1200 misiles lanzados desde Gaza a Israel, más de 50 muertos en la franja por las represalias israelíes y 6 muertos en Israel por ahora.
"Los misiles de Hamás no distinguen entre judíos y árabes", dijo el alcalde de Lod, y dirigiéndose a sus ciudadanos agregó: "El día de mañana vamos a tener que seguir viviendo juntos". (Sputnik)