Rosa Bronstein
Tel Aviv, 14 may (Sputnik).- El jefe de la Policía israelí, Kobi Shabtai, culpa al diputado de extrema derecha, Itamar Ben Gvir, de provocar una “intifada interna” y lo acusa de ser responsable de los actuales enfrentamientos en ciudades mixtas en todo el país.
En un inusual comunicado al primer ministro, Benjamin Netanyahu, Shabtai dijo al mandatario que el diputado Ben Gvir, conocido abogado de terroristas judíos, “aparece para avivar la llama”, cuando la Policía empieza a controlar los disturbios, según informó el canal de televisión 13 en la noche de este jueves.
Es más, Shabtai lo acusó de ser el responsable de la violencia en las ciudades y pueblos árabe judíos del país, que está tomando el cariz de “guerra civil”, según muchos observadores.
El jefe de la policía, también criticado por la mano dura aplicada durante los disturbios de los últimos días en Al Aqsa, contra los palestinos violentos, especificó que cada vez que los agentes del orden comienzan a controlar los conflictos, Ben Gvir, miembro del partido Sionismo Religioso, aparece en la escena y azuza a los manifestantes judíos.
“La persona responsable de esta intifada es Itamar Ben Gvir. Comenzó con la protesta de Lehava (su organización, que rechaza los matrimonios mixtos entre musulmanes y judíos) en la Puerta de Damasco”, dijo Shabtai. El jefe de la Policía se refería a las manifestaciones que hubo en la Ciudad Vieja de Jerusalén Este. “Siguió provocando en Sheikh Jarrah, y ahora se mueve por la zona con los activistas de Lehava”.
DISRUPTIVO Y PROVOCADO, TAL VEZ TERRORISTA
El grupo Lehava (que en hebreo quiere decir “llama”) no solo se opone a la asimilación y los matrimonios mixtos, también a los derechos del colectivo LGBTQ y a cualquier manifestación de coexistencia en el país. En diversas ocasiones el grupo ha sido designado como “terrorista”, y políticos de todas las tendencias tratan de que la designación sea oficial.
En el barrio de Sheikh Jarrah en Jerusalén oriental, donde cuatro familias palestinas se enfrentan a desahucio por acción legal de privados judíos, que han probado que sus viviendas les pertenecían antes de 1948 (cuando se creó Israel), y cuyo caso se dirime en los tribunales desde hace décadas, se han concentrado en los últimos días manifestantes pro palestinos y manifestantes pro asentamientos judíos. En ese clima, Ben Gvir ha instalado su oficina en una de las calles del barrio.
El parlamentario forma parte del bloque político que apoya a Netanyahu, éste ayudó a que el abogado formase parte de la Knéset (parlamento israelí) propiciando una unión política entre el partido Sionismo Religioso y la facción liderada por Ben Gvir, Otzma Yehudit (poderío judío, en hebreo).
LA POLICÍA INCAPAZ DE FRENARLO
“La policía consiguió calmar las coas en Acre (ciudad en el norte del país), cuando los activistas se presentaron en un autobús y causaron altercados. La Policía no tiene las herramientas para lidiar con esto”, reportó el canal 12 que había dicho Shabtai.
El diputado respondió al informe diciendo que la Policía no usó la debida fuerza como para dominar los disturbios árabes y que Shabtai debería ser despedido, según el referido canal.
La violencia en algunas ciudades mixtas, donde viven musulmanes y judíos, estalló el lunes por la noche, cuando los disturbios en Jerusalén Este dieron paso a la lluvia de proyectiles lanzados por Hamás, gobernante en Gaza, contra diferentes zonas de Israel, empezando por Jerusalén.
Son las peores manifestaciones de violencia interna que ha visto el país en los últimos 20 años y Yair Revivo, el alcalde de una de ellas, Lod, que está en estado de emergencia desde el lunes, dijo a los medios israelíes que aquello era “una guerra civil”. En su ciudad ha habido un muerto, un varón árabe, por tiroteo de vecinos judíos, cócteles molotov lanzados dentro de viviendas, sinagogas y vehículos en llamas.
En Yafo, colindante con Tel Aviv, vecinos y periodistas han sido agredidos, un soldado fue linchado y permanece en estado crítico en el hospital. Las mismas escenas se han vivido en otras ciudades y pueblos del país y los políticos árabe israelíes han llamado a la calma en diversas ocasiones.
Mientras, los misiles no dejan de caer en Israel y el Ejército israelí contraataca, en un ciclo de violencia tristemente conocido en esta zona del mundo. En Gaza se reportan más de 115 muertos, casi una treintena de ellos menores, mientras en Israel siete personas perdieron la vida por los cohetes. (Sputnik)