Lourdes Gómez
 
El inminente envío de unos 600 soldados británicos a Afganistán para asistir en la evacuación de civiles ante el veloz avance de las fuerzas talibanes es una "admisión de fracaso" y un presagio del resurgir de la amenaza islamista en el país, según denuncian militares y parlamentarios del Reino Unido.
 
 

soldados EEUU en afganistan

 

 
El primer ministro británico, Boris Johnson, finalmente convocó, para este 13 de agosto, una reunión del comité de emergencia Cobra a fin de analizar y tomar medidas ante el creciente deterioro de la situación en Afganistán. La milicia fundamentalista (movimiento radical talibán, proscrito en Rusia) se ha hecho con el control de un tercio de las capitales provinciales en cuatro semanas y Kabul podría caer en menos de un mes en vez de en los 90 días que se temían horas atrás, según informes de medios británicos.
 
CONSEJO DE SEGURIDAD
 
Por ello, Lisa Nancy, "canciller en la sombra", propuso reunir con máxima urgencia a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU para, según escribió en Twitter, "coordinar la respuesta internacional y emitir un claro mensaje de que no vamos a abandonar a la población afgana. Los talibanes están avanzando, los británicos van a ser evacuados y, más importante aún, se están disipando los logros, en particular para mujeres y niñas, de los últimos 20 años", denunció la diputada laborista en Sky News.
 
Además, Nancy se unió al dirigente liberal-demócrata, Ed Davey, en urgir a Johnson a convocar una sesión extraordinaria del Parlamento del Reino Unido. "Debe hacerse todo lo posible para que proteger a la ciudadanía inocente de Afganistán, que ha sido traicionado con esta retirada", criticó el líder de la cuarta fuerza parlamentaria británica.
 
El ministro de Defensa, Ben Wallace, confirmó el despliegue en los próximos días de unas 600 tropas para proteger y asistir logísticamente en la operación de evacuación de nacionales británicos y personal afgano contratado localmente. Un pequeño retén de oficiales, incluido el embajador Laurie Bristow, seguirá en Kabul, aunque operará desde una ubicación "más segura" que la actual sede diplomática, según informó Defensa.
 
AMENAZA TERRORISTA
 
Wallace volvió a criticar la posición estadounidense y señaló que el acuerdo del anterior presidente Donald Trump con los talibanes "fue un error", cuyas "consecuencias pagará probablemente toda la comunidad internacional".
 
El ministro reconoció que "no fue la decisión ni el momento apropiado" para retirarse de Afganistán porque "Al Qaeda (organización terrorista proscrita en Rusia) probablemente regresará". Admitió así que los aliados se repliegan sin cumplir un objetivo crucial de la invasión de 2001: impedir que el país volviera a ser refugio de grupos islamistas extremistas.
 
FRACASO Y DERROTA
 
Para el anterior jefe del Estado Mayor de la Defensa británica, el general David Richards, la evacuación es una "admisión del fracaso, de un flagrante y rotundo fracaso geoestratégico y gubernamental", según declaró a la BBC.
 
Coincidió en su opinión con el presidente del Comité parlamentario en Exteriores, Tom Tugendhat, quien explotó en ira en las redes sociales. En una cadena de tuits denunció la "derrota" y el desprestigio que supone la salida de las fuerzas de la OTAN, en plena ofensiva talibán y "después de 20 años, miles de millones de dólares gastados y miles de vidas" perdidas.
 
"Es malo para nosotros: nos hace parecer poco fiables; es malo para nuestros aliados: les dejamos expuestos; es malo para nuestro futuro: incita a rivales a retarnos", escribió este exsoldado que luchó en el frente afgano antes de entrar en la política.
 
HUMILLADOS POR LOS TALIBANES
 
A su vez, Tobias Ellwood, presidente del Comité de Defensa, se refirió a Winston Churchill al constatar que "no fue nuestra mejor hora". "La alianza militar con más alta tecnología derrotada por una insurgencia armada con minas RPG y AK47", expuso en su cuenta de Twitter.
 
El primer ministro confirmó a principios de julio el repliegue gradual de los aproximados 750 operativos militares que operaban en Afganistán en tareas fundamentalmente de adiestramiento y apoyo del Ejército y la Policía nacionales
 
Unos 150.000 miembros de las Fuerzas Armadas del Reino Unido han servido en el país desde el despliegue inicial, hace ya 20 años, mientras que 475 murieron en activo. 
 
 
Con información de Sputnik