Francisco Bravo Atias
Fotografías, datos biométricos, huellas dactilares, rostros, firmas, direcciones, números de identificación y fecha de nacimiento. Estos y muchos otros datos están contenidos en los pasaportes y las cédulas de identidad que poseen los chilenos y la empresa estatal china Aisino busca adjudicarse la licitación para confeccionarlos.
El Gobierno de Chile abrió este año el proceso de competencia para decidir qué compañía fabricará estos vitales documentos en los próximos diez años y Aisino presentó la oferta más barata, quedando a la cabeza de la carrera y dejando atrás a la firma francesa Idiem que actualmente se encarga de esta labor. De salir victoriosos, los chinos se adjudicarán un botín de 222 millones de dólares.
Esta situación despertó una alerta en algunas autoridades, quienes se cuestionan que China, el país que domina la mayor parte de la inversión extranjera en Chile, sea también poseedora de información tan sensible.
Tanto la compañía china como el Registro Civil de Chile, encargado de licitar el proceso, han salido a hacer frente a las críticas y a explicar que la compañía ganadora no será dueña de la información, sino que sólo se encargará de proporcionar la tecnología para crear los documentos. Pero no todos confían en que la empresa no almacenará ni ocupará los datos.
"Que el estado chino maneje esta información es algo muy delicado. Ellos tienen una base de datos biométricos que prácticamente abarca la totalidad de los 1.400 millones de habitantes de ese país, datos que entregaron a empresas tecnológicas con el fin de alimentar la inteligencia artificial que permite el reconocimiento facial", alertó Marcelo Drago, expresidente del Consejo para la Transparencia de Chile, en una columna de opinión en el diario La Tercera.
CUIDAR LA SOBERANÍA
Una persona que ha estado siguiendo muy de cerca el tema es Jaime Naranjo, diputado del Partido Socialista (centroizquierda). El parlamentario, que organizó sesiones especiales en las comisiones de Economía y de Relaciones Exteriores de la cámara baja para monitorear el tema, afirmó en conversación con Sputnik existe "un riesgo real de afectar la soberanía nacional".
"No estamos hablando del negocio de una empresa privada, esto es el Estado chino interviniendo en Chile. China tiene el control de sectores muy importantes y estratégicos en la economía chilena y si ganan esta licitación, lo tendrán también sobre todos nuestros datos", señaló.
El parlamentario comentó que se reunió con autoridades de la embajada estadounidense para comentar el tema y afirmó que ellos le dieron "una pésima noticia". "Me explicaron que si Chile decide contratar a Aisino para la confección de los pasaportes Chile podría perder uno de los beneficios diplomáticos con Estados Unidos más importantes del último tiempo: la "visa waiver' (excención de visa)".
Este programa permite a cualquier chileno viajar al país del norte sin necesidad de ser visado, un beneficio que en Latinoamérica solo tiene Chile. Según Naranjo, Estados Unidos no confía en los estándares de seguridad que utiliza la compañía y por eso pondrían en duda la continuidad de la visa.
Además, el parlamentario acusó al Gobierno de Chile de no tomar las precauciones necesarias en el tema e incluso, denunció que las bases de licitación han cambiado constantemente para facilitar que la empresa china gane.
"Durante años la licitación para fabricar pasaportes y cédulas de identidad le daba un 50% de importancia a la calidad del producto y un 50% al precio. Ahora esto se modificó y se pide un 65% de precio, beneficiando a Aisino, que ofrece un mejor precio pero con peor calidad", dijo.
De esto último no solo se dio cuenta Naranjo, sino que también las otras compañías que compiten para la concesión. La francesa Idemia, actual administradora, y la compañía nacional Sonda presentaron denuncias ante la justicia acusando que a la empresa china se le permitió competir a pesar de sus falencias en temas técnicos y de seguridad.
DATOS DUROS
Aisino es una de las empresas tecnológicas más importantes de China junto a Huawei, Xiaomi, AliBaba y Tencent y sus operaciones radican principalmente en Asia Oriental, África y el Medio Oriente. Su negocio principal es la seguridad informática en el sector financiero y se le acusa de no tener mayor experiencia fabricando documentos de identificación.
La licitación se definirá el 6 de octubre y quien gane la concesión tendrá contrato con Chile desde 2023 hasta 2033.
China es por lejos el principal socio comercial de Chile. Concentra el 32% de las exportaciones y un 24% de las importaciones, con un intercambio comercial que alcanzó casi los 40 millones de dólares al año 2019.
El primer semestre de este año el país asiático se convirtió en el primer inversionista extranjero en Chile con un total de 5.646 millones de dólares. Poseen participación en minería de litio, salmoneras, vehículos eléctricos, la banca, fibra óptica, aplicaciones móviles y varios otros sectores. Este año, el laboratorio chino Sinovac anunció que construirá dos centro de operaciones en 2022 para confeccionar vacunas en el país, entre ellas, Coronavac contra el covid-19.
Sin embargo, la inversión china más importante se concretó a comienzos de este año cuando la compañía estatal State Grid Corporation compró la distribuidora eléctrica más grande de Chile, CGE, por 3.250 millones de dólares, una de las transacciones empresariales más caras del último tiempo. Actualmente, el estado chino a través de sus empresas domina el 57% del suministro eléctrico chileno, controlando la luz que ilumina 3.7 millones de hogares.
Con información de Sputnik