Reclusas de la cárcel femenina de La Paz iniciaron protestas este martes y amenazaron con amotinarse si persistían los "privilegios" que, según dijeron, fueron dados por las autoridades a la también detenida expresidenta transitoria Jeanine Áñez (2019-2020).
"¿Por qué tanto privilegio para la señora Áñez? Aquí no hay una presa, aquí somos 54 las presas, todas somos humanas y exigimos un trato igualitario, ¿o acaso no tenemos derechos", dijo a la cadena radial Éxito la representante de las reclusas, que se identificó como Vanessa Cartagena.
Las protestas estallaron después de que Áñez retornara al penal, luego de haber sido llevada en ambulancia y con fuerte resguardo policial a un centro médico externo, por cuarta vez en menos de dos semanas, para pasar por exámenes neurológicos.
Cartagena ratificó su declaración poco después en un contacto telefónico con la televisión estatal, que mostró imágenes en vivo del penal de Miraflores, en las que se observaba a varias mujeres lanzando gritos y golpeando ollas vacías en señal de protesta.
"Queremos igualdad, queremos igualdad" y "Jeanine, no mientras vives como reina", eran las consignas más repetidas por las presas, según la transmisión televisiva.
Cartagena dijo que las autoridades penitencias no asistieron a un reunión concertada para media mañana y advirtió que la protesta podría agravarse en cualquier momento.
Fuentes de la Dirección de Régimen Penitenciario no atendieron de inmediato consultas de la prensa sobre la situación del penal de Miraflores.
La representante de las reclusas acusó a Áñez de fingir malestares para llamar la atención y aseguró que la expresidenta recibe alimentación de fuera de la cárcel y visitas cotidianas, incluso nocturnas, a las que las demás detenidas no tienen derecho.
"Aquí adentro ella no está como se hace ver afuera, donde parece toda debilitada. Aquí se mueve, hace ejercicios, se hace arreglar el cabello y si no come es porque no quiere. Tampoco realiza las tareas comunes de las internas, de limpieza, cocina y otros menesteres", señaló Cartagena.
Indicó que mientras las presas comunes comparten habitaciones de hasta ocho camas, en algunos casos con hijos pequeños, Áñez tiene una habitación para ella sola y la pequeña enfermería del penal ha sido acomodada para atenderla "solo a ella".
Gloria, otra reclusa, acotó que ella y otras presas tienen diversas enfermedades, alguna incluso cáncer y que no les resulta fácil conseguir servicios médicos.
Áñez está en detención preventiva desde marzo y sus familiares y allegados políticos realizan desde entonces una incesante campaña de denuncias de presuntos malos tratos físicos y psicológicos.
Con información de Sputnik