Los ciudadanos chinos comienzan a irse de España. Por primera vez desde principios de siglo desciende el número de una comunidad conocida en el país por su dedicación al trabajo y sus negocios relacionados con el comercio al por menor.
Este 1 de enero, los chinos registrados en España eran 228.564, según datos del Instituto Nacional de Estadística español. La Estadística del Padrón Continuo por nacionalidades de este mismo organismo refleja un aumento continuo desde principios de siglo del número de chinos, año a año, con la excepción de 2021.
Desde los 19.191 chinos que había registrados en España en el año 2000, fueron aumentando a un ritmo constante, unos años alrededor de 10.000, otros 20.000; hasta llegar a los 232.807 chinos que se contabilizaron en el país a 1 de enero de 2020, el récord hasta el momento.
FIN DEL NEGOCIO
Cualquier ciudadano español identifica a los ciudadanos chinos con los bazares, de hecho, los españoles llaman coloquialmente a estos lugares "el chino".
Estos comercios, que se pueden ver en cualquier ciudad española, se ubican normalmente en locales muy grandes y ofrecen una gran variedad de todo tipo de productos, que en su mayoría importan desde su país. Además, normalmente tienen un horario de apertura más amplio que el de los comercios atendidos por los españoles.
El encarecimiento del transporte de estos productos es uno de los factores que explican su declive.
"Antes del covid, el transporte de un contenedor podía costar entre 1.800 y 2.000 euros. Ahora ese mismo contenedor cuesta más de 10.000. Ya no es sostenible importar productos de bazar de China para revender en España", explica a Sputnik Leticia Chen, una de las empresarias más activas de la comunidad china en España, que dirige una consultora de negocios entre ambos países y también la Cámara para la Cooperación Hispano China.
También observa esta tendencia Eduardo Molet, dueño de una conocida inmobiliaria madrileña y que, por su actividad, conoce la evolución de los distintos tipos de negocio que precisan de locales para atender al público.
"Ha habido un cambio de tendencia en los hábitos de consumo, ahora se demanda mayor calidad y se ha dejado de comprar en estos bazares", explica Molet.
Se observa asimismo esta pérdida de actividad en el epicentro de la distribución de las mercancías chinas en España, el polígono Cobo Calleja, de Fuenlabrada, donde se asientan unas 400 empresas chinas dedicadas a la importación y exportación de productos.
El director general de Urbanismo de este municipio al suroeste de la capital española, Andrés de las Alas, reconoce una reducción de la actividad de "entre el 15 y el 25 por ciento" en esta actividad, según explica en conversación con Sputnik.
MIEDO AL CORONAVIRUS
Otro factor que está empujando a la comunidad china a volver a su país es el temor a los contagios de covid-19. Lo apunta Leticia Chen: "Tienen miedo a que sus hijos se contagien en la escuela y están optando por las tutorías privadas online, algo que no se permite en España", que añade que observa esta tendencia desde otoño del 2020.
Este factor, junto con los altos niveles de crecimiento que sigue presentando China y los capitales de inversión extranjeros presentes en el país, garantizan un mayor éxito en el comercio en su tierra para estos empresarios, añade Chen.
No obstante, también explica esta consultora, los que se quedan en España están cambiando de negocio: "Muchos chinos con restaurantes y bazares han mantenido su local, pero están optando por abrir franquicias de alimentación, como Carrefour, Eroski, etc".
EMPLEADOS ESPAÑOLES
Eduardo Molet confirma esto en conversación con Sputnik y añade que, en estos casos, "ponen al frente a españoles, porque piensan que en España somos reacios a consumir productos chinos", explica.
Molet añade además otros sectores emergentes donde observa que la comunidad china se está estableciendo como la venta online, el reparto a domicilio y otro tipo de franquicias como las energéticas.
Desde el Ayuntamiento de Fuenlabrada, Andrés de las Alas, apunta además a un mayor protagonismo del comercio electrónico en la actividad comercial de la comunidad china, así como un mayor protagonismo de la exportación de productos occidentales hacia China en las empresas de importación y exportación asentadas en su municipio.
Una comunidad, la china, que destaca normalmente en la percepción de los españoles por su capacidad de trabajo y que da muestras además de adaptarse rápidamente a los cambios.
Con información de Sputnik