Japón ha exigido que los mandos de la base aérea estadounidense de Futenma (prefectura de Okinawa) dejen de verter agua con compuestos organofluorados, comunicó este viernes el canal de televisión NHK, al alegar la respectiva declaración del ministro de Defensa nipón, Nobuo Kishi.
"Lamentamos mucho que en la base de Futenma continúe el vertido de agua que contiene el ácido perfluorooctanesulfónico (PFOS), mientras que Japón y EE. UU. sostienen negociaciones sobre los métodos de su procesamiento. Hemos expresado una decidida protesta y exigimos parar el vertido", dijo Kishi.
Las autoridades de Okinawa informaron que desde julio pasado se recogían muestras de agua contaminada por representantes de la prefectura, militares estadounidenses y funcionarios del Estado para determinar el contenido de sustancias tóxicas en el agua que se almacena en las bases estadounidenses. Después se efectuó el respectivo estudio con el fin de elaborar de mancomún métodos de procesamiento en el marco del consejo pericial estadounidense-japonés, inaugurado el 26 de agosto.
Pero esa fecha la prefectura recibió información de que el comienzo de la descarga agua había empezado. La parte estadounidense insistió en que el contenido de PFOS y PFOA en esa agua, que se depuró previamente, es menos de 2,7 nanogramos por litro, o muy por debajo de la norma vigente en el Japón, de 50 nanogramos por litro.
El gobernador de la prefectura de Okinawa, Denny Tamaki, convocó una rueda de prensa urgente.
"Provoca ira el hecho de que la parte estadounidense haya dispuesto empezar el vertido de modo unilateral. Por muy pequeño que sea el contenido (de las sustancias), el comienzo del vertido en el apogeo mismo de las negociaciones sobre el procesamiento de tal agua es absolutamente inaceptable", declaró Tamaki.
El ministro de Medio Ambiente, Shinjiro Koizumi, también dijo que lamenta mucho la actuación de la parte estadounidense y le pidió dar explicaciones, agregando que la población local se siente muy alarmada.
En junio pasado, en el depósito militar de derivados de petróleo de la ciudad de Uruma, en Okinawa, se produjo un escape de agua contaminada, en relación con eso los mandos estadounidenses informaron a las autoridades de la prefectura sobre su intención de verter agua al alcantarillado después de depurarla.
Como consecuencia empezó el estudio conjunto de este asunto. Pero la parte estadounidense no quiso esperar sus resultados, y puso a las autoridades niponas ante el hecho consumado.
Con información de Sputnik