Duber Piñeiro
 
La información difundida por Corea del Norte sobre el ensayo de un nuevo misil de crucero de largo alcance, hizo saltar las alarmas en toda la región y vuelve a reactivar el debate en torno a la península.
 
 

Kim Yong Un 2

 

 
Si bien la situación en la zona nunca ha estado fuera del radar de las grandes potencias ni de los medios, en los últimos meses la cuestión se basaba en los debates sobre los nuevos contactos y en cómo reactivar los diálogos.
 
Pero este lunes la Agencia Central de Noticias de Corea del Norte (KCNA, por sus siglas en inglés) informó de lanzamientos de prueba de misiles de crucero de largo alcance realizados el sábado y el domingo. Según el medio, los proyectiles alcanzaron sus objetivos a una distancia de 1.500 kilómetros.
 
"El desarrollo de un misil de crucero de largo alcance, un arma estratégica de gran importancia para implementar el objetivo clave del plan quinquenal para el desarrollo de la ciencia de defensa y el sistema de armas, (...) ha avanzado en el marco de un firme proceso científico del desarrollo de sistemas de armas durante los últimos dos años", destaca la información de KCNA.
 
Lo cierto es que los norcoreanos no están violando las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, pues estas prohíben a Pyongyang llevar a cabo pruebas de misiles balísticos, pero no se extienden a los misiles de crucero, considerados menos peligrosos porque vuelan a menor altitud –más difíciles de detectar– y son impulsados por un motor a reacción en lugar de un cohete. Otro aspecto a su favor es que la mayoría de los misiles de crucero tampoco están diseñados para transportar ojivas nucleares.
 
JAPÓN PREOCUPADO
 
"El Gobierno de Japón sigue de cerca todos los movimientos de Corea del Norte en el ámbito militar [...] De confirmarse que el alcance es de 1.500 kilómetros, es una amenaza a la paz y la seguridad regional, lo que suscita la preocupación de Japón", declaró el ministro portavoz del gabinete, Katsunobu Kato, en una rueda de prensa.
 
La preocupación de Japón fue ratificada por Jeffrey Lewis, profesor del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury (EEUU) que se especializa en inteligencia de código abierto, y quien confirmó a CNN que "este es un sistema que puede alcanzar objetivos en todo Japón".
 
El Comando del Indo-Pacífico de Estados Unidos destacó que el desarrollo del programa de armas norcoreano es una amenaza para sus vecinos y la comunidad internacional. "El compromiso de Estados Unidos con la defensa de la República de Corea y Japón sigue inquebrantable", aseguró.
 
RESPUESTA ESPERADA
 
Se trata de la tercera prueba de misiles efectuada por Corea del Norte en lo que va de este año. El 21 de marzo pasado, Corea del Norte realizó el lanzamiento de dos misiles de crucero y cuatro días después disparó dos misiles balísticos.
 
Para Jeffrey Lewis, el ensayo "es un logro técnico" para los norcoreanos; además el profesor del Instituto de Estudios Internacionales de Middlebury, agregó a CNN que la prueba era "totalmente esperada". "Estaba muy claro que iban a probar algo, y esto estaba claramente en la lista", dijo.
 
Para muchos especialistas es la respuesta esperada a los ejercicios militares conjuntos entre Seúl y Washington de finales de agosto.
 
El desarrollo de este sistema de armas es de importancia estratégica porque "es otro elemento eficaz de contención que nos permite garantizar de forma fiable la seguridad de nuestro Estado y es capaz de contener firmemente las maniobras militares de las fuerzas hostiles dirigidas contra Corea del Norte", resaltó la KCNA.
 
A inicios de agosto Kim Yo-jong, la hermana del dirigente norcoreano, Kim Jong-un, criticó la intención de EEUU y Corea del Sur de realizar los ejercicios militares del 16 al 26 de ese mes y los calificó de "una locura" y "un ensayo de guerra nuclear". Antes había dicho que los simulacros "hostiles" de Corea del Sur y EEUU afectarían las relaciones entre las dos Coreas e impedirían a sus dirigentes restablecer la confianza.
 
Todo esto fue un nuevo punto de inflexión, luego de que Pyongyang retomara el camino del diálogo y las comunicaciones con Seúl en los primeros días de agosto.
 
PELIGRO LATENTE
 
"Esto aumenta las tensiones en dicha región del Lejano Oriente. Corea del Sur, Japón, Estados Unidos, por supuesto, están nerviosos por eso. Semejantes sucesos no contribuyen al mejoramiento de las relaciones, de la situación", afirmó este lunes Vladímir Dzhabárov, primer vicepresidente del comité de asuntos internacionales del Consejo de la Federación (Senado) de Rusia.
 
Según Dzhabárov, resulta imprescindible seguir de cerca la situación y tratar de que Pyongyang y Seúl se sienten nuevamente a la mesa de negociaciones, y que cuenten además con la participación de mediadores: Rusia, China y EEUU.
 
A principios de septiembre el vicecanciller ruso Ígor Morgúlov reiteró la firme posición rusa de solucionar por la vía política los problemas de la península de Corea y constató el carácter contraproducente de los ejercicios militares estadounidense-coreanos, llevados a cabo entre el 16 y el 26 de agosto.
 
Rusia propone a Estados Unidos y Corea del Sur retomar el debate sobre la hoja de ruta ruso-china relativa a la normalización de la situación en torno a la Corea del Norte, que incluye las medidas a tomar en cuatro ámbitos: el militar, el político, el económico y el humanitario, dijo Morgúlov.
 
Lo cierto es que Pyongyang sigue empeñada en mostrar su potencial militar y aunque para muchos es una declaración de guerra, para otros es un llamado de atención a EEUU –tras su fracaso en Afganistán– y la posibilidad de retomar el diálogo entre ambos. 
 
 
Con información de Sputnik