Austria permanecerá cerrada para los refugiados afganos, declaró este martes el canciller federal austriaco, Sebastian Kurz.
"No dejaremos que un solo afgano refugiado entre mientras esté en el poder. Para todos está claro que la política de refugiados de 2015 no puede servir de solución para Kabul, ni para la Unión Europea (UE)", dijo Kurz en una entrevista con diario italiano La Stampa.
El canciller federal subrayó que Austria ha acogido en los últimos años a más de 44.000 migrantes afganos, y que la comunidad afgana en el país es la cuarta más grande del mundo.
Kurz añadió que en su país viven más refugiados afganos que en Italia u otros países de la UE, y "solo este año a través de la ruta de los Balcanes, que todavía está abierta, llegaron unos 8.000 migrantes, la quinta parte de los cuales procedían de Kabul".
"Nuestra posición es realista, la integración de los afganos es muy difícil y exige gastar energía, algo que no podemos permitirnos", recalcó.
La integración de los refugiados afganos se complica, según Kurz, por "su nivel de educación que en general es bajo y difiere de los valores fundamentales". Por ejemplo, más de la mitad de los jóvenes afganos que viven en Austria apoyan el uso de violencia en caso de que su religión resulte ofendida.
A fines de agosto pasado, la Alta Comisionada Adjunta de la ONU para los Refugiados, Kelly Clements, advirtió que, en el peor de los escenarios, hasta 515.000 refugiados podrían huir de Afganistán en el presente año.
Los talibanes, cuyo movimiento está proscrito en Rusia por terrorista, retomaron el poder en Afganistán en agosto pasado, tras dos décadas de intervención militar extranjera.
A principios de septiembre, los talibanes anunciaron la composición de un gobierno interino, en el que la mitad de los miembros están sujetos a las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU.
Con información de Sputnik