Ha llegado el momento en que Barbados se convierta en una república, ya que es un país de población predominantemente negra que no puede identificarse con el Reino Unido, dijo este martes a Sputnik el paralamentario Edmund Hinkson.
"Estoy totalmente a favor de la decisión de ser república. Desde hace mucho tiempo he sido un defensor de esta idea (…) Pero tarda en llegar. Es hora de deshacernos de que el jefe de la familia real sea nuestro gobernante. Al ser un país de población predominante negra, no podemos identificarnos con la familia real de Inglaterra", dijo a esta agencia Hinkson, quien fue ministro de Asuntos Internos.
El Parlamento de Barbados votó el 29 de septiembre por unanimidad a favor de enmendar la carta magna para poner fin a la asociación del país con la Corona británica y dar a la isla el estatus de república, con una posible entrada en vigor el 30 de noviembre.
Barbados, cuya población es cercana a las 300.000 personas, fue colonia británica hasta 1966, año en el que se independizó e ingresó en la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Sin embargo, sigue manteniendo una relación con la Corona del Reino Unido como miembro de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones).
CAMBIO PSICOLÓGICO
Hinkson, quien es parlamentario por el gobernante Partido Laborista, consideró que esta situación ha favorecido a Inglaterra por muchos años.
"Es un privilegio antidemocrático y eso es contrario con nuestra forma de vivir en Barbados. Somos un país que se basa en principios democráticos ya que cualquiera puede avanzar a base de trabajo duro y talento. (…) Esta situación contrasta con el sistema en el cual la reina de Inglaterra es jefa de Estado y ninguna persona de Barbados puede convertirse en presidente", agregó.
Señaló que lo que existe en Barbados es la figura del gobernador general, que funciona como el "representante de la corona de Inglaterra".
"Por suerte esta situación cambiará el 30 de noviembre. (…) Esta decisión no cambia fundamentalmente la forma de vida de Barbados. El 1 de diciembre de este año enfrentaremos todos los desafíos", afirmó.
Hinkson también consideró que habrá que prestar atención a las relaciones comerciales e internacionales.
"Algunas personas dirían que hemos sido una República durante años desde que somos independientes en 1966, ya que la monarquía británica no interviene en nuestros asuntos internos. Pero el cambio permitirá que una persona nacida en el lugar pueda ser presidente de nuestro país", agregó.
Consideró que esta decisión implica un "cambio psicológico" para el pueblo de Barbados.
"Es una evolución natural que hay que hacer; hay que avanzar hacia lo que nos causará plena soberanía para que podamos decidir nuestro propio futuro y ver de lo que estamos hechos", reflexionó.
La medida adoptada por el Parlamento supondrá que a partir del 30 de noviembre la jefatura de Estado en Barbados deje de recaer en la reina Isabel II del Reino Unido.
La enmienda prevé que un ciudadano de Barbados sea jefe del Estado, cambie el juramento de lealtad de a la Corona británica y garantice la continuidad en todos los demás aspectos del Estado en Barbados.
Con información de Sputnik