Hombres armados no identificados mataron a un sacerdote católico de 67 años en el noroeste de Burkina Faso, donde se evidencia “una de las crisis de desplazamiento y protección de más rápido crecimiento a nivel mundial” debido al terrorismo y otros desafíos, según Naciones Unidas.
Issouf Sanogo/AFP-Getty Images
El padre Jacques Yaro Zerbo fue asesinado en la carretera Dédougou-Gassan en el pueblo de Soro, situado en una de las regiones más afectadas por el terrorismo, Boucle du Mouhoun, informó la agencia de noticias católica Fides, citando una declaración del obispo de Dédougou, Prosper Bonaventure K.Y.
Los hombres armados se llevaron el vehículo del sacerdote católico nacido en Malí y sus otras pertenencias, informó ACI Africa.
Zerbo fue sacerdote de la diócesis de Dédougou desde 1986, Fundó un centro de reeducación de jóvenes en la región de Tougan, que luego trasladó a Dédougou debido a los ataques terroristas.
En junio pasado, al menos 100 personas fueron asesinadas por un grupo armado en el distrito de Seytanga, en el norte de Burkina Faso, cerca de la frontera con Níger, donde Al Qaeda y militantes afiliados al Estado Islámico están llevando a cabo una insurgencia, informa Anugrah Kumar, colaboradora de Christian Post
Se dijo que el ataque fue uno de los más mortíferos desde que comenzó la insurgencia en Burkina Faso en 2016, cuando hubo un aumento en los combatientes del Estado Islámico que huían de Oriente Medio a África, lo que provocó un fuerte aumento del extremismo en el Sahel y otras regiones en África.
En 2021, hasta 160 civiles murieron en un ataque en la provincia de Yagha, en el noreste de Burkina Faso.
El aumento del extremismo en Burkina Faso ha generado preocupación internacional, ya que tanto los musulmanes como los cristianos continúan siendo los más afectados por el extremismo islámico.
“Más de 1,4 millones de personas han huido de sus hogares en busca de seguridad, lo que convierte a la situación en Burkina Faso en una de las crisis de protección y desplazamiento de más rápido crecimiento a nivel mundial”, dijo ACNUR.
El desplazamiento en Burkina Faso aumentó un 1.200 % en 2019, según la ONU.
Según el Proyecto de Futuros Religiosos Globales de Pew-Templeton, los cristianos representan poco más del 20% de la población de Burkina Faso, mientras que los musulmanes representan más del 60%.
En 2021, los yihadistas atacaron a los cristianos en el norte de Burkina Faso, lo que obligó a las iglesias a cerrar y reunirse en secreto, señaló el informe. Los ataques iban desde bombardeos, asesinatos, secuestros e incendios de escuelas hasta agresiones a líderes religiosos y lugares de culto.
Release International había advertido que era probable que la presión en la región continuara en 2022, particularmente luego de la retirada de las tropas francesas en el área.
Open Doors USA, que vigila la persecución en más de 60 países, clasifica a Burkina Faso como el 32.º peor país con respecto a la persecución cristiana.
“El gobierno central es muy débil, particularmente en el este del país, donde la ley islámica es implementada informalmente por grupos que han obtenido el control de estas áreas”, advirtió Puertas Abiertas en una hoja informativa. “La violencia yihadista ha aumentado rápidamente en los últimos años, y los extremistas se han aprovechado de la debilidad del gobierno durante la crisis de la COVID-19 para hacerse con el control de la infraestructura del país”.
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