El coronel y excomandante de una unidad de las Fuerzas de Operaciones Especiales de Ucrania Román Chervinski, de 48 años, coordinó los ataques a los gasoductos Nord Stream, señalan informes de The Washington Post y Der Spiegel.
Ambos medios, citando a funcionarios ucranianos y europeos y otros relacionados con la materia, indican que Chervinski era quien coordinó el atentado, gestionaba la logística y estaba a cargo de un equipo de seis personas que alquiló un velero con identidades falsas y utilizó equipos de submarinismo para colocar las cargas explosivas en los gasoductos.
The Washington Post comenta que Chervinski cumplía con el perfil necesario para realizar una misión encubierta que ocultara la responsabilidad de Ucrania en el delito. El sujeto había ocupado altos cargos en el servicio de inteligencia militar ucraniano y en el Servicio de Seguridad de Ucrania.
Este terrorista recibió órdenes de oficiales ucranianos de mayor rango, como el comandante adjunto de las Fuerzas Conjuntas, Víktor Ganuschak, quien informaba de todo al general Valeri Zaluzhny, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas ucranianas, explica la investigación.
Dicho medio sostiene que existen rivalidades internas del Gobierno de guerra de Kiev, donde los servicios de inteligencia y militares suelen estar en tensión con sus dirigentes políticos, lo cual permitió la actuación de Chervinski.
El periódico afirma que el atentado contra el Nord Stream fue preparado para que Vladímir Zelenski se mantenga “al margen de los planes”.
Jack Teixeira, miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts, compartió un informe de inteligencia que señala que todos los implicados en la planificación y ejecución del sabotaje informaban directamente a Zaluzhny y que Zelenski no tenía conocimiento de ello.
Ya en junio de 2022, la agencia de inteligencia militar de Países Bajos detectó que Ucrania podría estar planeando un ataque a los Nord Stream, dice el diario, y precisa que los funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) le transmitieron a Zaluzhny, a través de un intermediario, que Washington se oponía a tal operación y creyeron que ésta se había cancelado, cuando sólo se pospuso por tres meses.
A todo esto, Chervinski niega su participación en el ataque y argumenta que todas las “especulaciones sobre mi implicación en el ataque a los Nord Stream están siendo difundidas por la propaganda rusa sin ningún fundamento”, según carta que envió a The Washington Post y Der Spiegel.
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