Por Drago Bosnic
Después de meses de especulaciones sobre si Irán adquiriría armas rusas, particularmente aviones de combate avanzados, el 28 de noviembre, el Viceministro de Defensa de Irán, Mehdi Farahi, disipó los rumores previos acerca del supuesto fracaso del acuerdo y confirmó que Teherán finalmente firmó el contrato para adquirir de Rusia cazas polivalentes y de superioridad aérea Su-35, aviones ligeros de combate y entrenamiento avanzado Yak-130 y helicópteros de ataque Mi-28. El anuncio se produce en medio de un enorme aumento en la ya masiva presencia militar estadounidense en el Medio Oriente, que incluye de todo, desde grupos de ataque de portaaviones (CSG) hasta aviones de combate e incluso bombarderos estratégicos. Las tensiones han aumentado significativamente en el contexto del conflicto en curso entre Israel y Gaza, lo que llevó a Irán a la decisión de modernizar urgentemente su envejecida flota de aviones de combate.
Las especulaciones acerca de la adquisición han circulado desde el año pasado, específicamente después de que Egipto se retiró del acuerdo para comprar aviones rusos. El temor de El Cairo de ponerse del “lado de los malos՚ a los ojos de Estados Unidos lo empujó a desechar su soberanía (y seguridad), una oportunidad que Teherán aprovechó para llegar a un acuerdo que de otro modo habría llevado años en concretarse. Fuentes occidentales han estado especulando sobre el acuerdo del Su-35 con Irán incluso antes de la operación militar especial (SMO). Los rumores sobre la adquisición continuaron durante todo 2022, seguidos de especulaciones sobre que el acuerdo supuestamente no se finiquitaría. Sin embargo, en septiembre, quedó claro que la cooperación militar entre Moscú y Teherán incluiría incluso más que aviones de combate Su-35, particularmente después de que los cazas ligeros-entrenadores avanzados Yak-130 fueran vistos en Irán.
El Yak-130 puede funcionar como avión de ataque y avión de entrenamiento avanzado, pero su función principal es la última, lo que significa que fueron especialmente indicativos del acuerdo que se estaba llevando a cabo. A saber, el Yak-130 se utiliza como trampolín en el entrenamiento de vuelo para los pilotos que se preparan para volar el Su-35. Conseguir aviones de combate avanzados para la Fuerza Aérea Iraní ha sido un tema de discordia durante décadas, ya que el país estaba bajo un estricto embargo de armas occidental que impedía cualquier adquisición avanzada de armas. Esto tuvo sus ventajas, ya que obligó a Teherán a desarrollar un gran número de industrias autóctonas, incluida una producción de drones muy robusta y altamente rentable, y ahora está claro que la industria militar avanzada de Teherán es perfectamente capaz de enfrentarse cara a cara con los países más poderosos del mundo en cuanto a desarrollo y despliegue de sistemas no tripulados.
Sin embargo, a pesar de estos avances que también incluyen una gran cantidad de otras armas, como combatientes de superficie [tanques y barcos], aviones de transporte y sistemas SAM de largo alcance (en su mayoría basados en diseños rusos), Irán tiene un grave déficit en la aviación de combate. Esto no sorprende, dado que solo un puñado de países en el mundo tienen industrias aeroespaciales totalmente autosuficientes. Incluso gigantes asiáticos como China e India todavía dependen en gran medida de Rusia para adquirir aviones de primera línea, aunque sus respectivos avances en este sentido son ciertamente encomiables. Al obtener el Su-35, Teherán está impulsando las capacidades de la Fuerza Aérea Iraní hasta bien entrado el siglo XXI. Varios informes indican que se ha ordenado al menos 24 aviones de combate para reemplazar los envejecidos F-14 “Tomcat”, mientras que se especula que adquiriría más de 60 en órdenes posteriores.
Casi lo mismo podría decirse del helicóptero de ataque Mi-28. El avanzado helicóptero ruso tiene muy pocos equivalentes en el extranjero y ciertamente revolucionaría las capacidades iraníes. A saber, Teherán actualmente confía en sus antiguos helicópteros de ataque AH-1 “Super Cobra” de la era de la Guerra de Vietnam, que tienen décadas de retraso tecnológico, incluso con las mejoras y revisiones incrementales que el ejército iraní ha estado aplicando. Los informes indican que los militares iraníes quedaron impresionados por el desempeño de los Mi-28 iraquíes y rusos tanto en Irak como en Siria, lo que fue un factor importante que contribuyó a la decisión de adquirirlos. Las excelentes características de vuelo y armamento de este helicóptero ruso solo rivalizan con las de los Ka-52 “Alligator”, equipados con los menos convencionales rotores coaxiales.
Es importante tener en cuenta que las adquisiciones en curso son de suma importancia en el marco de la OCS (Organización de Cooperación de Shanghai) y BRICS+. A saber, Irán ya es miembro del primero, mientras que está listo para unirse al segundo en poco más de un mes. Con la escalada de tensiones de Estados Unidos en la región, cuyo objetivo principal es precisamente Teherán, la beligerante talasocracia [EE.UU.] busca interrumpir múltiples procesos de paz en la región. Atacar a Irán parece ser una perspectiva muy tentadora para Washington DC, ya que efectivamente “mataría dos pájaros de un tiro” al hacer que tanto la OCS como los BRICS+ parezcan “débiles” e incapaces (o incluso reacios) a defender a sus nuevos miembros. Es muy probable que Estados Unidos crea que esto [el ataque a Irán] podría ser un golpe mortal para el mundo multipolar que emerge rápidamente y que inevitablemente desmantelará al existente “orden mundial basado en reglas”. Al armar a Irán, Rusia se está asegurando de que cualquier ataque de este tipo no solo sea un esfuerzo costoso, sino también fallido.
Traducción de Con nuestro Perú de
“Russian Aircraft for Iran and Multipolarity”
Infobrics 29-11-2023 en