► Fue por las continuas amenazas y provocaciones de EE. UU. sobre la delimitación del Mar Meridional de China
► Por otro lado, hubo fastuosa y espectacular ceremonia de bienvenida, con música y fuegos artificiales*
El presidente de los EE. UU., Barack Obama, sale de su Air Force One en el aeropuerto de Hangzhou (este de China), 3 de septiembre de 2016.
La acogida del presidente de EE. UU., Barak Obama, en el aeropuerto chino para asistir a la Cumbre del G20 se transfigura en un desaire diplomático.
Según informes de prensa, la llegada de ayer sábado de Obama a China para asistir a la cumbre del Grupo de los Veinte (G20) se convirtió en un escenario caótico que manifestó los tensos lazos Pekín-Washington, pues a Obama no le esperaba la habitual escalinata cubierta por una alfombra roja con la que es costumbre recibir a los líderes en actos oficiales.