El ministro de Exteriores ruso recomendó a los países occidentales que “vuelvan a la tierra desde su mundo de ilusión” y manifestó que llegó la hora de “jugar limpio, no con las reglas de los tramposos, sino sobre la base del derecho internacional”.
“Ahora la OTAN, liderada por EE. UU., ha ido aún más lejos, exigiendo que se someta no solo el territorio euroatlántico, sino toda la región de Asia-Pacífico. La OTAN no ha ocultado cuál es el principal destinatario de sus amenazas y los dirigentes chinos ya han emitido una valoración de principios sobre esas ambiciones neocoloniales”, afirmó en un artículo para el periódico Izvestia, publicado este lunes. Señaló que “Pekín les enfrentó al mencionado principio de indivisibilidad de la seguridad, abogando por su aplicación a escala global para evitar que nadie en el mundo pueda reclamar su exclusividad” y agregó que “este enfoque coincide plenamente con la posición de Rusia”.