Por Amy Goodman
Este año, la conferencia anual de las Naciones Unidas sobre cambio climático se realiza en Doha, la capital de Qatar, emirato rico en petróleo ubicado en la Península Arábiga. En la conferencia, que comenzó esta semana y es conocida popularmente como “COP 18”, un ejército de burócratas, empresarios y ambientalistas se reúnen con el supuesto propósito de acordar medidas para reducir las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero. El objetivo es llegar al nivel que, según los científicos, es necesario para limitar el aumento de la temperatura del planeta a un máximo de dos grados Celsius y evitar así una catástrofe climática a nivel mundial. Si se tienen en cuenta las conferencias anteriores, los intereses particulares de los países que son los principales contaminadores del planeta, donde Estados Unidos ocupa el primer lugar, impedirá el consenso mundial.