Por Diego C. Delgado Jara

El entreguismo de las áreas estratégicas como el sector eléctrico, telecomunicaciones, petróleo, puertos, fábricas de cemento, empresas públicas, no es todo lo que, con leyes aprobadas por la una Asamblea Nacional vendepatria (2013-2017), puede ir a poder de las multinacionales. La nueva rosca oligárquica, al servicio de las corporaciones extranjeras y del capital corporativo mundial en el poder, maquillada de “izquierdista” y utilizadora de una falsa y cínica retórica de “defensa la soberanía nacional”, con Rafael Correa a la cabeza, también aprobó la transferencia de tierras rurales del país para las corporaciones extranjeras, conociendo que esas áreas productivas deberían servir en forma prioritaria para la sobrevivencia biológica de la sociedad ecuatoriana, para asegurar la soberanía alimentaria, precautelar los nutrientes suficientes para los compatriotas, y fortalecer de modo vigoroso al sector agrícola, que podría convertirse en abastecedor permanente de alimentos para un mundo cada vez más necesitado y hambriento.

Por Hernán de la Cruz Enciso (*)

¿Qué ha sucedido en Venezuela en los últimos veinte años? ¿Solo hubo reformas o realmente se produjo una revolución? Primero debemos aclarar que reforma es corrección o mejoramiento del sistema imperante, mientras que revolución es un cambio o transformación radical respecto al pasado inmediato, y puede pasar, dependiendo del momento, por las siguientes fases: ruptura, transición y construcción.