Robert Fisk: Puede bufar y resoplar de ira, pero Benjamín Netanyahu se ha quedado solo, ahora cuando un acuerdo nuclear aísla a Israel
Marca una victoria para los shiitas en su creciente conflicto con el Oriente Medio musulmán sunita. Da esperanza sustancial a Bashar al-Assad de quedarse en el poder en Siria. [El acuerdo] aísla a Israel. Y enfurece a Arabia Saudita, Catar, Kuwait y otros Estados del Golfo sunita que secretamente tenían la esperanza de que un fracaso de las negociaciones nucleares de Ginebra1 humillaría al Irán shiita y apoyaría sus esfuerzos para deponer a Assad, el único aliado de Irán en el mundo árabe.