Comida chatarra reduce inteligencia de los niños
Científicos advirtieron que los niños que comen más comida chatarra: papas fritas, galletas, pizza y otros alimentos grasos, tienen una inteligencia inferior a la de los que consumen alimentos saludables.
Científicos advirtieron que los niños que comen más comida chatarra: papas fritas, galletas, pizza y otros alimentos grasos, tienen una inteligencia inferior a la de los que consumen alimentos saludables.
El estudio, publicado en la revista Journal of Epidemiology and Community Health, indica que los pequeños que consumieron comida chatarra antes de la edad de tres años presentaron menor coeficiente intelectual cinco años después.
La diferencia en inteligencia fue de cinco puntos menos para los niños que se alimentaron con comida chatarra frente a los que consumieron dietas más saludables que incluyeron frutas, vegetales y comidas hechas en casa.
Puede ser muy tarde para cambiar de hábito
Lo trágico es que si estos niños que antes de los tres años mejoraron su dieta después, esto no mejoró su rendimiento intelectual y quedaron marcados para toda su vida.
En el estudio, realizado por la Universidad de Bristol, se tomaron en cuenta factores como clase social, lactancia materna, educación de la madre y la edad. También permitieron la influencia del ambiente del hogar, como el acceso a juguetes y libros.
Los estudiosos aseguran que la buena alimentación es determinante en los tres primeros años, cuando el cerebro crece a su nivel más rápido. Pasados los tres años, el crecimiento cerebral es más lento.
Los niños con dietas que incluyen grasas, azúcar y comidas procesadas consumen pocas vitaminas y nutrientes, lo cual afecta al crecimiento óptimo del cerebro.
En total se analizaron a 14 mil niños nacidos a principios de 1990. Los padres completaron cuestionarios acerca de la comida y bebida de sus hijos a la edad de tres, cuatro, siete y ocho años, y es a esta edad, ocho años, en que se midió su inteligencia.
Los niños con peor dieta, con más chatarra, el 20%, mostraron en promedio cinco puntos menos de inteligencia que los mejor alimentados.
Precisaron que esto no significa que los niños nunca deban comer un dulce o unas papas fritas, pero se recomienda que esos alimentos chatarra no dominen la dieta.
La diferencia en inteligencia fue de cinco puntos menos para los niños que se alimentaron con comida chatarra frente a los que consumieron dietas más saludables que incluyeron frutas, vegetales y comidas hechas en casa.
Puede ser muy tarde para cambiar de hábito
Lo trágico es que si estos niños que antes de los tres años mejoraron su dieta después, esto no mejoró su rendimiento intelectual y quedaron marcados para toda su vida.
En el estudio, realizado por la Universidad de Bristol, se tomaron en cuenta factores como clase social, lactancia materna, educación de la madre y la edad. También permitieron la influencia del ambiente del hogar, como el acceso a juguetes y libros.
Los estudiosos aseguran que la buena alimentación es determinante en los tres primeros años, cuando el cerebro crece a su nivel más rápido. Pasados los tres años, el crecimiento cerebral es más lento.
Los niños con dietas que incluyen grasas, azúcar y comidas procesadas consumen pocas vitaminas y nutrientes, lo cual afecta al crecimiento óptimo del cerebro.
En total se analizaron a 14 mil niños nacidos a principios de 1990. Los padres completaron cuestionarios acerca de la comida y bebida de sus hijos a la edad de tres, cuatro, siete y ocho años, y es a esta edad, ocho años, en que se midió su inteligencia.
Los niños con peor dieta, con más chatarra, el 20%, mostraron en promedio cinco puntos menos de inteligencia que los mejor alimentados.
Precisaron que esto no significa que los niños nunca deban comer un dulce o unas papas fritas, pero se recomienda que esos alimentos chatarra no dominen la dieta.