Los bebés que toman por más tiempo biberón con fórmulas de leche para bebé presentan un mayor riesgo de padecer leucemia, señala un estudio realizado en la Universidad de Texas, Austin.
La alimentación con las leches para bebés incrementan la probabilidad de desarrollar la leucemia linfoblástica aguda.
Eso no es todo: por cada mes que se retrasa la alimentación con sólidos el riesgo aumenta en un 14%, mientras que cada mes adicional con las fórmulas lácteas incrementa el riesgo en 16%.
Jeremy Schaw, de la Universidad de Texas, señaló que los hallazgos confirman la reconocida asociación entre la lactancia materna y el desarrollo del sistema inmunulógico del niño, según expuso ante la American Association for Cancer Research Frontiers in Cancer Prevention Research meeting in Anaheim, en California.
Explicó que es el mismo efecto doble, pues los niños que reciben alimentos sólidos más tarde toman fórmulas de leche para bebés (y no leche materna) por más tiempo.
Tras analizar a 142 nuños con malignidades hematológicas, los compararon con un grupo de control de 284 niños de uno a 14 años y abarcaron aspectos como la lactancia materna, la alimentación con fórmulas lácteas para biberón y el inicio de la alimentación con sólidos, así como la relación de todos estos factores.
Además diferenciaron a aquellos niños que iniciaron más tarde su alimentación con sólidos (8.6 meses contra 7) y aquellos cuyas madres fumaron durante el embarazo. Ajustaron además con datos de edad, raza, sexo y etnia.