Miles de pacientes ya han sido puestos en “registros de muerte” que los identifican para que se les permita morir tranquilos en lugar de recibir en un hospital tratamiento que prolongue sus vidas, trascendió anoche.
Cerca de 3000 médicos han prometido elaborar una lista de pacientes que consideran probable mueran en el lapso de un año, según se vio en cifras que hizo públicas el Departamento de Salud.
Como parte de una campaña no publicitada apoyada por ministros, se ha alentado a los médicos generales para que hagan listas —oficialmente conocidas como “Registros de finalización de cuidado de la vida”— de personas que ellos crean que van a morir pronto y a quienes se debe ayudar para que eso suceda con tranquilidad.
Se les ha pedido que identifiquen a pacientes ancianos que muestren signos de fragilidad o deterioro durante las consultas rutinarias.
Aunque ya se ha puesto en la lista a más de 7000 pacientes en todo el país, parece que los médicos no están obligados a informar a los pacientes sobre su inclusión en la lista.
Algunos profesionales médicos expresaron ayer públicamente su preocupación, tras la revelación del Daily Mail del pedido del Servicio Nacional de Salud1 (SNS) a los médicos para que pongan en las listas de la muerte a uno de cada 100 pacientes.
El Dr. Peter Saunders, de la Asociación Médica Cristiana, advirtió de los riesgos de fijar “cuotas” de las personas que van a morir.
“Todos sabemos que los estimados de los médicos acerca del tiempo de sobrevivencia de los pacientes puede ser a veces preciso, y a veces terriblemente impreciso”, dijo.
Un médico experimentado puede en la gran mayoría de los casos calcular cuando un paciente está a días u horas de su muerte. Sin embargo, una vez que empezamos a hablar de semanas o meses, sabemos que a menudo pueden estar en lo cierto; pero también, de igual manera, pueden fallar grandemente en su apreciación.
El SNS promueve las listas de muerte en momentos en que un baluarte de la “estrategia del final de la vida”, la Ruta de Atención de Liverpool2, ha sufrido fuertes críticas por parte de destacadas personalidades médicas y familiares de pacientes que creen que sus seres queridos han sido erróneamente identificados como personas que pueden morir pronto.
El Dr. Saunders dijo ayer que estaba preocupado por el creciente uso del Protocolo de Cuidados, y añadió que “sabemos que se ha puesto inapropiadamente a algunas personas [en la lista]”.
Según la Ruta de Cuidados de Liverpool, los pacientes de hospital que estén en sus últimas horas o días de vida no recibirán tratamiento que prolongue su vida y a menudo se los seda fuertemente y se les niega nutrición y fluidos por el entubado.
Un crítico destacado, el consultor del SNS Patrick Pullicino ha dicho que el uso de la Ruta es una profecía cuyo cumplimiento se busca y equivale a una muerte con ayuda.
En una guía para los médicos se dice que se debe preguntar a los pacientes de las listas de muerte si desean morir en su casa, para que el hospital pueda ahorrar dinero.
Se alienta también a los pacientes para que hagan “testamentos en vida” que den instrucciones a los médicos para que, si se ponen muy débiles y no pueden hablar, dejen de proporcionarles alimentos y líquidos por los tubos. Se ha dicho a los médicos que es menos probable que tales pacientes “sean sujetos a tratamientos de limitado valor clínico”.
Cifras del ministro de Atención Norman Lamb, en un informe sobre la estrategia de final del cuidado de la vida del SNS muestra que han firmado 2900 médicos, incluyendo 1000 médicos generales.
El informe señala que a fines de marzo 333 médicos generales tenían activos sus registros (listas), con 7723 nombres. De estos, 2534 son pacientes diagnosticados con enfermedades que no son cáncer. Unos 3531 pacientes estuvieron de acuerdo con el “planificación de cuidado de enfermedades graves”, lo que puede incluir la aceptación de un testamento en vida.
Parece que no se ha dado instrucciones a los médicos para que informen a los pacientes o sus familias cuando se añaden nombres a las listas de muerte]. A la fecha ningún paciente o familiar ha aparecido para decir que sabían acerca de su inclusión en estos registros.
Más bien se ha alentado a los médicos para que tengan conversaciones con los pacientes en las que se suscite el tema de cuánto tiempo, probablemente, les queda de vida y cómo se les debe atender.
El director de [l programa de] Final de la Vida del SNS, Dr. Sir Mike Richards, expresó en el informe que la campaña “ha alcanzado su meta de mitad de proceso, de 1000 médicos generales suscritos, para agosto de 2012”.
El Departamento de Salud dijo: “Se puede poner a los pacientes sin su conocimiento en el registro de Atención del Final de la Vida de los médicos generales. Sin embargo, estar en el registro significa simplemente que han sido identificados como personas que necesitan un plan de cuidado del final de la vida”.
“[Esto] no significa que automáticamente se los pone en [el programa de] la ruta de final de la vida. No significa que no recibirán tratamiento.
“La gente nos dice que quieren pasar sus últimos días en su cama y rodeados de sus seres queridos, no en un hospital. Los médicos generales pueden ayudar a que esto sea así al ofrecerles la oportunidad de preparar un plan”.
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1 National Health Service.
2 Liverpool Care Pathway (‘Ruta de Atención de Liverpool’). Un conjunto de medidas para la atención de pacientes a quienes se ha pronosticado poco tiempo de sobrevivencia.
Traducción de
“3,000 doctors putting patients on ‘death lists’ that single them out to be allowed to die”
Mail Online, 18-10-2012