El año pasado culminó con huelga general de los médicos del Ministerio de salud reclamando mejores remuneraciones. La medida se levantó porque las autoridades ofrecieron dos bonos de 3,500 soles cada uno, a ser dados en Diciembre 2012 y en Mayo 2013. El pago del bono correspondiente a diciembre 2012 se ha hecho efectivo recién el sábado 5 de enero, seguramente por complicaciones burocráticas.
Primero, los médicos del Ministerio de salud ganan mal. Veamos el caso real de un médico, ex Jefe de Servicio de un hospital nacional, con 8 años de estudios universitarios, 1 año de Servicio Rural (SERUMS), 3 años de residencia, 1 año de maestría en escuela de prestigio en Europa, y más de 20 años de servicios. Sueldo actual: 3,500 soles. Descuentos varios: 1,000 soles. Se lleva a su casa: 2,500 soles por una jornada semanal de 6 días, pues los médicos también trabajan los sábados.
Segundo, los médicos del Ministerio de salud no reciben un aumento desde hace 7 años. El crecimiento sostenido de nuestra economía de la última década para ellos no ha significado nada.
Tercero, no les han dado un aumento. Les han dado dos bonos, dos regalos. Esos bonos no constituyen una mejora permanente pues no son un aumento al básico y, por la misma razón, no tendrán impacto en sus gratificaciones, ni en sus pensiones, ni en nada. Es decir, no hay una mejora duradera en sus remuneraciones ni en sus beneficios, sino una suerte de gracia en dos partes que la Ministra de salud ha logrado que el Ministro de Economía tenga la generosidad de darles, pero solo por estas dos veces.
Este es un de aspecto de la realidad que quienes celebran el crecimiento de la última década y las políticas que lo sostienen tienden a ocultar. Hay crecimiento económico pero no adecuada distribución de la riqueza. Hay crecimiento económico, pero el capital se lleva la parte del león mientras que las remuneraciones se quedan atrás. Y entre los sectores del trabajo que más atrás se quedan, están los trabajadores del sector público. No por coincidencia han protestado de manera simultánea jueces, profesores y médicos.
El gobierno ha anunciado que este será el año de la reforma de la salud. ¡Qué bien! ¡Ya era tiempo! Pero no tiene futuro una reforma de la salud (ni una reforma del Estado en general) sin que se mejoren de manera sustantiva las remuneraciones de los trabajadores públicos. Eso no se hace en piloto automático, ni gracias a la mano invisible del Estado. Se requiere visión y voluntad política de Estado.