chiclesMasticar chicle estimula el pensamiento y la alerta, indica un estudio, y precisa que el tiempo de reacción entre los consumidores de esta golosina es 10% más rápido.

La investigación fue realizada por el Instituto Nacional de Ciencias Radiológicas de Japón, y publicada en la revista Brain and Cognition.

El estudio muestra que el masticar chicle activa hasta ocho áreas diferentes del cerebro.

Se cree que el mejor rendimiento cerebral es consecuencia de una mejora temporal en la irrigación sanguínea al cerebro y una sensación de bienestar.

Los expertos realizaron pruebas con voluntarios, hombres y mujeres, divididos en dos grupos, uno que masticaba chicle y el otro no, a los cuales se les escaneó el cerebro para ver qué aréas enraban en actividad.
 
En la prueba, de 30 minutos, los voluntarios presionaban un botón con su pulgar derecho o izquierdo en respuesta a una flecha en la pantalla, en etapas que cada una era más complicada que la anterior.

La alerta y los tiempos de reacción fueron medidos y los resultados mostraron que los resultados fueron mejores para quienes masticaban chicle.

Los voluntarios que no masticaban chicle tomaron 545 milisegundos para reaccionar, en comparación con los 493 milisegundos entre los que masticaban chicle.

Los escaneos mostraron las regions cerebrales más activas al mascar chicle, que fueron las relacionadas con el movimiento y la atención.

En un pequeño experimento, mascar chicle por 20 minutos causó un incremento del ritmo cardiaco, lo que sugiere que esta actividad conduce más oxígeno y nutrientes al cerebro.

También se supone que el masticar chicle aumenta la producción de insulina, que estimula las áreas del cerebro relacionadas con la memoria y la alerta.

Para los estudiosos no está claro cómo actúa el masticar chicle para beneficio del cerebro y esto también podría tener relación con la disminución del estrés que causa la acción rítmica del masticado, lo que podría suceder con otras actividades como cantar o apretarun balón.

No obstante, otro estudio realizado el año pasado por la  Universidad de Cardiff indica que los que mastican chicle demoraron más al recordar una lista de letras y números, frente a personas que no masticaban chicle, lo que hizo pensar a los investigadores que el masticar chicle afecta la capacidad del cerebro para memorizar listas.