Los cabezazos en el fútbol pueden dañar el cerebro y afectar el pensamiento, advierte un estudio realizado en la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston.
El estudio, publicado en la revista PLoS ONE, indica que estos cabezazos se clasifican como contusiones menores, pero pueden afectar el cerebro. Los jóvenes que juegan fútbol son menos hábiles para realizar tareas que requieren habilidades básicas del pensamiento, recuerdan.
Se analizó a estudiantes de un colegio de mujeres donde unas jugaban fútbol y otras no. Las primeras rindieron significativamente menos que las no jugadoras en una tarea que requería apuntar en una pantalla.
La doctora Anne Serrano, autora del estudio, cree que los impactos de los cabezazos son los responsables de estas diferencias de rendimiento.
Explicó que tareas como apuntar desde un blanco requieren respuestas voluntarias específicas, mientras que moverse a un blanco es una respuesta más reflexiva.
La estudiosa indicó que se cree que los golpes en la cabeza pueden causar cambios en ciertas funciones cognitivas.
Los jóvenes que juegan fútbol son menos capaces de realizar tareas que requieren habilidades básicas de pensamiento que los no jugadores de este deporte. No obstante, en el estudio en una de las pruebas, que requería apuntar a un blanco en pantalla, se desempeñaron igual que los no jugadores.
Un estudio anterior de la Escuela de Medicina de Boston analizó los cerebros de 50 futbolistas fallecidos y determinó que la mayoría de ellos mostraron signos de daño cerebral a causa de las lesiones de los golpes, que llevaron a evidenciar males cerebrales degenerativos.
Ese estudio, que incluyó a estrellas famosas, halló amplia evidencia de encefalopatía traumática crónica, que puede producir pérdida de la memoria, demencia y depresión.