Un trabajo o actividad que cause estrés con frecuencia, por ejemplo, el hostigamiento constante, aumenta el riesgo de padecer demencia o el mal de Alzheimer, según un estudio realizado por la Universidad de Umea, en Suecia.
Las hormonas del estrés inhiben la actividad cerebral, y si se segregan más de lo debido en forma crónica, esto puede causar Alzheimer, advierten los estudiosos.
En el laboratorio, Sara Bengtsson, estudiante de PhD de la Universidad de Umea, observó que ratones con altos niveles de esteroides en sus cerebros sufrieron de discapacidad de aprendizaje y fallas en la memoria.
A la vez los roedores experimentaron un aumento en los niveles de las proteínas beta-amiloides, que se acumulan en depósitos formando placas en los pacientes con Alzheimer.
El estudio mostró que altos niveles de las placas amiloides están relacionadas con el mal funcionamiento de las sinapsis cerebrales, que son las conexiones entre las células del cerebro.
Se cree que la pérdida de las sinapsis causa pérdida de la memoria y problemas de comunicación en el mal de Alzheimer.