El nuevo brote de la gripe aviar H7N9, que se está expandiendo en China, se ha cobrado ya al menos 33 vidas de los aproximadamente 130 casos registrados.
"La sociedad china está escandalizada por los episodios de inseguridad alimentaria. Un día vinculado a las aves, otro día de cerdo y otro tipo de alimentos, que produce un impacto económico muy importante y también un impacto político y social, desacredita a las autoridades y cuestiona su eficiencia", explica Xulio Rios, director del Instituto Gallego de Análisis y Documentación Internacional, Director del observatorio de la política China.
Según las estadísticas, la gripe aviar costó a la industria avícola en total unos 6.500 millones de dólares desde finales de marzo. La baja demanda de carne de ave, que se registra por el miedo de la población a comprar algunos productos, es una de las razones que obligó a la industria a disminuir su producción.
Algunos analistas señalan a una ofensiva biológica emprendida por algunas naciones contra las fuertes economías. Recientemente, un coronel del Ejército popular de liberación chino acusó al Gobierno de EE.UU. de crear el virus en el marco de una guerra biológica.
"EE.UU. y la OTAN han descubierto que es mucho más lucrativa para ellos la guerra biológica porque además es un arma con la que gana dinero. Enviando tropas, invadiendo países, han descubierto que el coste es muy elevado. Y están descubriendo que la guerra química, la guerra biológica es mucho más efectiva para luchar contra países que quieren combatir de una forma velada", dice Alex Corrons, investigador de conspiraciones, analista internacional y fundador del movimiento Yo No Pago.
Al margen de las teorías como la mencionada, los expertos apuntan además a los verdaderos ganadores que logran salir impunes en esta situación de inestabilidad económica y social.
"Los virus de la última década han generado esa situación de inseguridad y la inversión económica en las vacunas provoca los beneficios a unas empresas que son de los mismos que probablemente provocan estos virus. Y lo que han servido es para unos beneficios económicos bastante lucrativos para las empresas que distribuyen estas vacunas. Pero siempre con la amenaza, con el favor de los medios de comunicación de meter miedo con ciertas enfermedades bacteriológicas, consiguen crear un miedo generalizado en la población", subraya Corrons.
Una táctica que parece tener como objetivo mantener atemorizados a los Gobiernos y su población. Aparte de sufrir pérdidas millonarias están obligados a tomar medidas de precaución, adquiriendo cantidades cuantiosas de vacunas.
"En el exterior las gripes asiáticas en general se suelen utilizar como un instrumento de asustar a la población, de desviar la atención de otros problemas. Ya eso ocurrió con la anterior gripe asiática y probablemente se intenta hacer de nuevo con esta" explica Joaquín Arriola, profesor titular de economía política de la Universidad del País Vasco.
Russia Today, 24.05.2013