Tener mayor cantidad de células cerebrales se relaciona con menos recuerdos de la niñez, revela un estudio realizado en la Universidad de Toronto, Canadá.
Los investigadores sostienen que el rápido crecimiento de las células en la zona cerebral de la memoria en los primeros años de vida implica que las conexiones clave entre las células existentes se rompen, por lo cual no se puede extraer la memoria almacenada.
Este proceso puede explicar por qué los menores pueden recordar hechos como una fiesta de cumpleaños por pocas semanas o meses, hasta que desaparece el recuerdo, expusieron en la conferencia Canadian Neuroscience Meeting.
Por el contrario, las conexiones en el cerebro de niños con más edad y adultos son más estables, lo que permite que la memoria se almacene apropiadamente, aseguran los autores Paul Frankland y Sheena Josselyn, que mostraron que el incremento de producción celular en la memoria de los ratones adultos les hizo olvidar más fácilmente.
Los cachorros que no podían producir células de la memoria de forma normal recordaron mejor.
Otros estudios habían indicado que normalmente no podemos recordar hechos sucedidos antes de la edad de dos o tres años y que los recuerdos son fragmentados entre las edades de tres y siete años, mientras que las conexiones cerebrales de los adultos son más estables y se almacenan mejor.