Los más propensos a infecciones respiratorias son los niños.

El invierno es la estación más fría del año y la que nos obliga a abrigarnos no solo para mantener nuestro cuerpo caliente, sino para prevenir enfermedades respiratorias que suelen aparecer en esta época del año. El abrigo no es la única opción para prevenirlas y proveernos de calor, la alimentación también juega un rol fundamental en esta temporada.

La nutricionista de Sisol Joven, Zarith Alvarado, refiere que así como en verano las ensaladas son parte de nuestra dieta, en invierno debemos nutrirnos de alimentos calóricos, que nos sirvan para ir acumulando reservas de energía, ya que en estas fechas de baja temperatura nuestro organismo necesita más calorías para mantener el calor corporal.

Alvarado, recomienda a los padres de familia brindarlesa sus hijos una alimentación adecuada para protegerlos de los riesgos que traen consigo estas temperaturas tan bajas, especialmente en lo que refiere a contraer enfermedades respiratorias.

En ese sentido, dijo que una alimentación basada en vitaminas, minerales, hidratos de carbono y antioxidantes es sumamente efectiva contra este tipo de males. “Debemos tener en cuenta la calidad de los productos que consumimos, ya que ello nos permitirá fortalecer nuestro organismo contra las bajas temperaturas, y evitar así enfermarnos”, señaló.

Por ello, sugirió que nuestra dieta diaria debe siempre incluir tubérculos y cereales, porque poseen mayor contenido calórico; del mismo modo, consumir vitaminas y minerales, especialmente frutas como naranja, papaya y mandarina. También, el consumo de lácteos, huevos, zanahorias,camotes y vegetales como la espinaca, para reforzar nuestro sistema inmunitario y evitar enfermedades.

La nutricionista de Sisol Joven aconsejó consumir también sopas en todas sus variedades, incluyendo en ellas carbohidratos como la pasta o legumbres de todo tipo, evitando combinarlas con carnes ricas en grasas, ya que al hacerlo desequilibramos nuestra dieta.

Los alimentos que contienen complejo B hacen que nuestro metabolismo funcione mejor, brindándonos calor; por ejemplo los panes integrales, el salvado de trigo, el arroz; mientras que a nivel de vegetales se encuentra en el brócoli, espinacas, hortalizas y legumbres.

Finalmente, en cuanto a las frutas, aconsejó consumirlas deshidratadas, como la manzana, y preparar dulces en base a quinua, trigo y maca, las cuales aportan nutrientes y energía; así como los frutos secos como las nueces, almendras y las aceitunas.