Por cada grado menos de temperatura se eleva en 2% el riesgo de que personas predispuestas tengan un infarto.

En el invierno las personas adultas suelen incrementar el consumo de café y el cigarrillo, pensando erróneamente que con ello se eleva la temperatura del cuerpo, sin embargo, esta costumbre puede ser perjudicial, ya que las el uso e ingesta de estos productos aumenta la presión arterial, lo que sumado a la baja temperatura- que provoca que las arterias se contraigan- puede desencadenar el peligro de padecer infartos y hasta derrames cerebrales, advirtió el cardiólogo del Hospital Nacional “Dos de Mayo”, Rubén Azañero.

“Una persona que tiene la costumbre de tomar café continuamente y usar cigarros, ya se encuentra en peligro de que pueda ver afectada su salud, porque este consumo produce la vasoconstricción que es el cierre de los vasos sanguíneos, lo que se disminuye la circulación de la sangre en las arterias coronarias del corazón, lo que puede condicionar una mayor incidencia de infarto y derrame cerebral”.

Si a ello se suma que las personas consumen alimentos altos en grasa- como frituras- puede desencadenar que el colesterol aumente y ello obstruya también más los vasos coronarios.

El experto explicó que además las bajas temperaturas incrementan en un 20 por ciento el peligro de padecer males cardiacos. “En época de frío, las arterias del cuerpo tienden a contraerse u obliterarse, por lo que una mala circulación puede empeorarse”, dijo.

Para evitar esta situación de riesgo, el médico recomendó: usar ropa abrigadora, tomar bebidas calientes, evitar exponerse al frío en horas de la mañana o la madrugada, y vacunarse contra la gripe o la neumonía, en especial las personas que sufren problemas cardiacos.

Además alimentarse saludablemente, ingerir verduras sancochadas, pescados y otros insumos con alto contenido de proteínas y minerales.

El cardiólogo agregó que el chocolate es bastante energético y da calor, pero no el chocolate común, sino el chocolate negro, y solo una barra pequeña de 30 gramos.

“Sobre todo las personas adultas mayores y los que tienen factores de riesgo cardiaco como hipertensión, diabetes, colesterol alto, triglicéridos, son las que deben tener cuidados con este tipo de comidas”, finalizó el Dr. Azañero.