Fields Taylor, una niña británica de tres años nacida muda, ha empezado a hablar tras consumir casi un kilo de queso Filadelfia por semana.
La menor padece de Glut1, síndrome de deficiencia del transportador de la glucosa tipo 1, mal genético incurable que impide a su cuerpo transportar glucosa, dejando a su cerebro sin el aporte suficiente de energía.
Tras una dieta cetogénica, rica en grasas, prescrita por los médicos, su cerebro usa ahora la grasa en vez de la glucosa como fuente de energía, publican varios medios británicos.
Los efectos se observaron en tres meses, cuando su madre la escuchó decir “mamá” por vez primera.
La dieta comprende abundante queso Filadelfia y un aceite especial, pese a lo cual no aumenta de peso, pues su cuerpo usa toda esa grasa sin almacenarla.