Aseguramiento universal, una mafia que huele a Canaán y otros roedores. III


Un aparato burocrático más viviendo a costa de la salud


En el Título III del proyecto aprista de aseguramiento universal se habla de la creación del organismo regulador: la “superintendencia nacional de salud”, que sería un organismo público descentralizado adscrito a Salud, regido por el régimen privado. Este organismo verá el financiamiento, recaudación, donaciones, etc.


De la nada crean la necesidad de más burocracia. Sabiendo lo que es el Apra, este aparato burocrático se llenará de parásitos que vivirán a costa de los asegurados y estarán listos a disponer de las donaciones, recaudación, etc., que es exactamente en lo que el Apra sabe causar escándalos como el del SIS.

En el Título IV se habla del financiamiento, donde se señala que básicamente es el régimen contributivo el que va a sostener el andamiaje. Es decir, los asegurados de Essalud, FF. AA. y policiales deberán cargar en sus espaldas porque el gobierno decide hacer demagogia atendiendo con sus fondos a quienes no están asegurados.

Quieren pasar Essalud del ministerio de Trabajo al Minsa

Essalud pertenece a los trabajadores, quienes por décadas han construido y sostenido a esta institución con el esfuerzo de su trabajo. ¿Por qué ahora el gobierno quiere destruirla cargándole la obligación de quienes no tienen seguro? Sería como cargar a las AFP con las pensiones de los ancianos que carecen de sostén, siendo que los fondos de las AFP pertenecen a los trabajadores y que los ancianos desamparados son obligación del gobierno.

Además de los plazos de ley, etc., se modifica el artículo 1.°, de la ley de la seguridad social y se le adscribe al Minsa.
De facto, ya se ha dado lo que estaba en el programa aprista en el manejo de la salud en el Perú, la integración del Minsa y Essalud, todo se hace sobre la capacidad financiera de Essalud.

¿Qué pasa en Essalud? por un lado el gobierno tomará de sus fondos “para beneficiar a todos los peruanos” más pobres, de pobreza extrema, los excluidos, con esta voracidad privatizadora vía asociación público-privada, que mejor debería llamarse parasitación público-privada: tanto el gobierno como las empresas privadas quieren enriquecerse parasitando a Essalud y la sanidad de las FF. AA. y policiales.

El presidente de Essalud, Fernando Barrios, quien sólo tiene el mérito de ser aprista, con ayuda de los lobbies de El Comercio, anuncia la construcción de 15 hospitales diciendo que deberíamos estar agradecidos porque se mueven 200 millones de dólares, de parte de la empresa privada, cuando ahora sabemos que las mafias de Canaán y otros intereses movieron estas inversiones.

Gestión privada de nuevos hospitales


La gestión de nuevos hospitales será privada bajo la forma de una sociedad operadora de servicios, que se irá haciendo cargo paulatinamente de las farmacias, laboratorios, finalmente, de la actividad de los trabajadores bajo el régimen de la empresa privada con las sociedades operadoras de servicio.

Como hemos visto, las intenciones de las grandes transnacionales es usar a muchos peruanos como conejillos de indias para experimentar con nuevos medicamentos. Siendo la gestión de empresas privadas asociadas a mafias, y habiéndose relajado las normas que protegen al paciente ante los experimentos (ver: Gobierno promueve experimentación en humanos sin la debida protección, donde el doctor Herbert Cuba explica los cambios aberrantes realizados en la normatividad sobre experimentos en favor de las transnacionales y contra el paciente) , hecho que se agudizaría con el TLC con Estados Unidos, como denunció el doctor Uriel García, pues el Perú pierde soberanía al punto que ni siquiera un juez podrá pedir el expediente de experimentos. En un hipotético caso de muerte, por ejemplo, los familiares ni el juez podrán exigir se explique qué le dieron o no le dieron al paciente.
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Ver:

Aseguramiento universal, una mafia que huele a Canaán y otros roedores. I

Aseguramiento universal, una mafia que huele a Canaán y otros roedores. II

Aseguramiento universal, una mafia que huele a Canaán y otros roedores. IV