Herberth Cuba García
La CADE y reflexiones sobre la problemática de nuestro sistema de salud Esta semana, hemos visto cómo mientras la población centraba su atención en la Convención Anual de Ejecutivos (CADE) y una ex ministra humalista repetía con insistencia los lineamientos de la fracasada reforma de salud, los congresistas de la Comisión de Salud del Congreso de la República lanzaban duros epítetos innecesarios a la presidenta de Essalud. La suma de estos hechos nos demuestran que existe lamentablemente un divorcio entre la realidad y la ficción.
CADE intentó poner en la agenda el tema de la salud a través de una exposición que motive a los candidatos. Sin embargo no se ha tomado en cuenta que la reforma está tan cuestionada que el propio Ejecutivo, a pedido de la ciudadanía, los gremios y la prensa, tuvo que recurrir al Foro del Acuerdo Nacional para consensuar las correcciones a la mal llamada reforma de salud. Los organizadores de la CADE no han evaluado el desempeño de la gestión ministerial a partir de los indicadores sanitarios. Por ejemplo, la disminución de la vacunación, aumento de la desnutrición infantil, aumento de las epidemias, entre otros. Tampoco tomaron en cuenta la conflictividad sectorial y la casi censura de la ex ministra expositora de la CADE.
El Acuerdo Nacional ha publicado en varios medios de información los acuerdos consensuados y suscritos por los partidos políticos, municipalidades, gremios empresariales y sindicales, colegios profesionales, sociedad civil, entre otros, que son muy críticos de la actual política de salud. A contracorriente de lo que publicitan algunos funcionarios, dicho foro no ha respaldado la mal llamada reforma de salud.
Hay consenso en la necesidad de fortalecer e incrementar las inversiones en salud. La inversión privada, pública y mixta es una necesidad. Cualquier mecanismo ingenioso que complemente la inversión pública con la privada es bienvenido. Las asociaciones público privadas (APP), Obras por Impuestos (OxI), etc. Los ciudadanos necesitan más y mejor inversión. Eso sí, con reglas claras que cierren el paso al mercantilismo y la corrupción. Pretender dividir a los peruanos entre quienes aceptan y rechazan la inversión privada es una falacia que sólo es sostenida por ciertos altos funcionarios del gobierno humalista. Además, el lustro del presente gobierno es el ejemplo de sus contradicciones, que precipitaron la caída drástica de las inversiones. Los organizadores del área de salud de la CADE tampoco lo notaron.
Y los congresistas de la República tampoco se dieron cuenta de que fueron ellos quienes abdicaron de legislar la Reforma de Salud, a pesar de que ya existía un Proyecto de Ley dictaminado por la Comisión de Salud y estaba pendiente de su aprobación por el Pleno. El Congreso otorgó facultades legislativas al Ejecutivo y éste se aprovechó para promulgar 23 Decretos Legislativos sin debate ni discusión. Luego tuvo la posibilidad de revisar esos decretos pero tampoco lo hizo. Debido al ruido político y a los conflictos laborales, el Legislativo se lavó las manos e interpeló tres veces a la ministra propulsora del paquete legislativo. Ante los malos indicadores sanitarios se planteó la censura parlamentaria y la ministra tuvo que renunciar al ver que la oposición había reunido los votos necesarios para censurarla.
La Comisión de Salud del Congreso de la República invitó a la Presidenta Ejecutiva de Essalud con una agenda precisa y muy atinada. Sin embargo, luego de la exposición de la Presidenta de Essalud, los congresista se desbordaron y se olvidaron de que ellos mismos votaron para desfinanciar a Essalud por nada menos que 850 millones de soles al año. Además, reclamaron en modo airado, mortificado y hasta con lágrimas, por la “falta de humanidad” de los funcionarios de Essalud para dar más y mejor atención. Es increíble que exijan más luego que le “birlaron” a Essalud el dinero de los descuentos a las gratificaciones y aguinaldos. Peor aún, que no comprendan que con menor crecimiento económico y con menor ingreso de nuevos afiliados jóvenes a la planilla es muy difícil dar mejores servicios de salud. No escuchaban. Estaban en el mundo de la ficción, es decir, en "su" mundo de la política.
Es obvio, que existen posibilidades para mejorar e incrementar eficiencia en Essalud. Las innumerables quejas, el sufrimiento y las colas deben ser resueltas. Ese era el punto. ¡Qué desperdicio!
4 de Diciembre de 2015
ASOCIACION MEDICA PERUANA