También jóvenes que visten trajes de dunlopillo. Cuidado con las altas temperaturas y la exposición directa al Sol
Cuando los termómetros superan los 30 grados en la costa peruana, como viene ocurriendo, los especialistas del Instituto Nacional de Salud (INS) recomiendan a los padres de familia rehidratar a los niños y adultos mayores, vestirlos con ropa delgada de algodón y mantener una buena ventilación para evitar que afecte su salud y se presenten cuadros de golpe de calor o shock térmico.
“Si el niño menor de 18 meses o adulto mayor presenta fiebre superior a 39 ºC. persistente, piel seca, irritabilidad y llanto (en el caso de los menores) podría ser víctima del golpe de calor que se produce cuando la temperatura y la humedad ambiental se incrementan bruscamente”, precisó el médico infectólogo del INS, César Cabezas.
Otros síntomas del golpe de calor son diarreas, náuseas, vómitos, dificultad para respirar y dolor de cabeza, en casos severos se puede presentar convulsiones.
Este cuadro no solo se puede presentar en niños y adultos, el especialista advirtió que los jóvenes que visten trajes de dunlopillo, (esponja utilizada en la confección de disfraces y muñecos) pueden presentar este cuadro. “La temperatura dentro de estos trajes puede incrementarse entre 2 y 3 ºC más de la temperatura ambiental”.
Ante los síntomas descritos se debe llevar al niño o adulto mayor de inmediato a un establecimiento de salud para monitorear su estado de salud. El médico del INS dijo que no existe un tratamiento específico para el golpe de calor; sin embargo en casa, se puede prevenir bañando con agua fría o colocar paños de agua en la frente, nuca, muñecas, axilas e ingle.
“En nuestro país existe la costumbre de abrigar a los pacientes cuando presentan fiebre, eso es contraproducente, es mejor mantenerlo fresco, taparlo con un sábana”, recomendó Cabezas.
Para prevenir el golpe de calor, se debe mantener la vivienda bien ventilada, beber agua fresca (no helada) cada 2 horas o a demanda, vestir ropa ligera de algodón y evitar prendas ajustadas o sintéticas. No exponerse al sol de forma directa entre las diez de la mañana y cuatro de la tarde, tampoco realizar ejercicios físicos durante esas horas, en todo caso permanecer bajo la sombra.