Un informe de la BBC señala que los ejercicios abdominales pueden dañar la columna, según diversas investigaciones científicas realizadas.
Además de ese peligro, la grasa abdominal no se redujo de forma significativa en voluntarios que realizaron ejercicios abdominales diarios, frente a otros que no los realizaron, según un estudio de 2011.
Stuart McGill, profesor de biomecánica de la columna vertebral en la Universidad de Waterloo en Canadá, efectuó decenas de experimentos en cerdos muertos para probar que esta actividad deportiva nos hace daño.
El profesor flexionó las columnas de los cadáveres de los animales como lo haría una persona al hacer abdominales y observó el efecto del movimiento sobre los discos de la columna. Encontró que después de varias horas los discos estaban comprimidos. El mismo proceso ocurre en los humanos, puede provocar presión sobre los nervios, dolor de espalda o hernia discal.
Un estudio de 2005 señalaba que el 56% de todas las lesiones sufridas durante las pruebas de aptitud física en el Ejército estadounidense en la base Fort Bragg se debieron a este tipo de ejercicios.
Como se sabe, los ejercicios abdominales son repetitivos y todo apunta a que la columna no está preparada forzarla una y otra vez de forma repetida. Para minimizar el efecto negativo sobre espalda y la columna, el investigador neozelandés Bret Contreras, de la Universidad Tecnológica de Auckland, ha recomendado limitar los ejercicios a 60 repeticiones por sesión.
Para desarrollar los músculos abdominales y lucir bien, también se puede optar por los ejercicios de tensión muscular abdominal que no requieren el movimiento de la columna, los cuales se pueden realizar de pie, en posición horizontal o incluso con la ayuda de dispositivos mecánicos o de estimulación eléctrica.