El mensaje presidencial enfatizó el acceso a la salud y la seguridad social

Herberth Cuba García

Ha culminado el mensaje a la nación del nuevo presidente Pedro Pablo Kuczynski con la impresión de incertidumbre, porque —como él mismo lo ha señalado— fue un mensaje en dos tiempos políticos. Un primer acercamiento como visión estratégica, pues el siguiente estará a cargo del premier y los ministros, como la parte táctica y operativa. El mensaje ha usado la frase corta y directa. Ha apelado a la emoción y a los sentimientos primarios de los ciudadanos. No ha entrado en detalles, para evitar conflictos y para tener mejor posición de maniobra frente a la mayoría congresal y de la población que no votó por PPK.

Pedro Pablo Kuczinsky 48

El mensaje presidencial ha sido una puerta abierta al diálogo nacional y a la construcción de propuestas de políticas. Sin embargo, al pedir facultades legislativas, ha colocado un Caballo de Troya en la puerta del Congreso de la República y ha desdibujado el mensaje de unidad. El pedido de facultades legislativas es muy amplio y hubiese sido pertinente que lo presentara el primer ministro, Fernando Zavala. Según el presidente se solicitarán facultades legislativas para “reactivar la economía, poner las bases para nuestro programa de saneamiento y salud pública, combatir la inseguridad ciudadana y crear un sistema anticorrupción en el Estado y la sociedad”.

El Congreso de la República ha recibido un dilema como presente. Nadie obsequia un dilema si desea fortalecer el diálogo y la colaboración. Si el Congreso negara las facultades legislativas quedaría mal; y si las aceptara, también, porque abdicaría de su función. Este Caballo de Troya ha puesto ya en apuros a la mayoría congresal, que tiene la obligación de salir del dilema sin mella, quizá a través de una tercera vía u otro mecanismo que requerirá mucha negociación para evitar el conflicto. ¿Tenía necesidad PPK de asumir ese costo? Creo que no. Ese rol le correspondía al premier.

Dentro de las materias de facultades legislativas solicitadas se encuentra la salud pública. Este pedido no goza de popularidad en los actores involucrados con el quehacer sanitario, porque al amparo de facultades legislativas otorgadas se promulgaron 23 decretos legislativos, llamados “Paquete Legislativo de Reforma de Salud” en el lustro humalista, con muy malas consecuencias. La reacción de rechazo de la ciudadanía, la sociedad civil, los partidos políticos y los gremios se expresó a través de una amplia discusión en el Foro del Acuerdo Nacional y las huelgas de los diversos gremios.

El Acuerdo Nacional logró consensos con objetivos distintos a los planteados por el gobierno humalista; por ejemplo, excluyó el concepto de aseguramiento universal de salud y reposicionó el de seguridad social en salud. Es conocido que el concepto de aseguramiento universal de salud utiliza las herramientas de los seguros privados de atención médica, introduce términos como inclusión/exclusión, daño, condición asegurable, copagos, entre otros, y fortalece la lógica financiera privada y la intermediación financiera. Al contrario, la seguridad social en salud utiliza herramientas públicas, y el sector privado es complementario, bajo la lógica pública. El propio partido PPK se comprometió a revisar ese paquete legislativo. Con estos antecedentes, no parece pertinente solicitar facultades legislativas en salud pública; más aún cuando existe continuidad de los funcionarios humalistas.

El mensaje presidencial señaló como norte, el cierre de brechas en el acceso a la salud y la seguridad social. El hecho de haber enfatizado a la seguridad social en salud es un avance y debería constituirse en un deslinde frente a la mal llamada “reforma de salud humalista”. Sin embargo, no son pocos los funcionarios que aluden sinonimia entre seguridad social universal en salud y aseguramiento universal. El presidente hizo alusión a la creación de un “sistema nacional de salud moderno con acceso universal”, que solucione el fraccionamiento actual de la salud y elimine las colas. Sin embargo, esa ruta puede ser recorrida de ambos lados; es decir, a través de la seguridad social como sistema público o a través del aseguramiento con lógica privada.

A primera impresión, por lo expresado en el mensaje presidencial, pareciera que PPK se plantea como agenda un sistema nacional de salud sobre la base de la seguridad social universal en salud. Si fuera así, iría en concordancia con el Foro del Acuerdo Nacional. Sin embargo, esa no es la mirada de los funcionarios que ha designado en los ministerios de Salud y Trabajo.

El mensaje ha prometido en modo genérico resolver los baches de la reforma de salud humalista en anemia infantil, vacunación, mortalidad materna, embarazo en adolescentes, tuberculosis, sida, salud mental, violencia, cáncer, y fortalecer la “salud rural”. Se ha comprometido a mejorar las remuneraciones de los servidores de la salud.

Las miradas se dirigen al Congreso de la República. Se necesita un amplio y público debate para que PPK no defraude el legado de su padre.

28 de Julio del 2016
ASOCIACION MEDICA PERUANA