jugo naranjaAlgunos investigadores del IFAPA, del Centro de Alameda del Obispo, en Córdoba en colaboración con la Universidad de Lleida han demostrado la capacidad de dos tipos de bacterias para transformar los antioxidantes presentes en el zumo de naranja.

Se trata de las bacterias Bifidobacterium longum y Lactobacillus rhamnosus, presentes de forma natural en el tracto intestinal, trasforman los antioxidantes del zumo de naranja, denominados Falavanonas en moléculas más sencillas, que son beneficiosas para la salud.

Estos productos de transformación de los antioxidantes del zumo en el organismo se detallan en el artículo ‘Catabolism of citrus flavanones by the probiotics Bifidobacterium longum and Lactobacillus rhamnosus’, publicado por la revista European Journal of Nutrition. Según los autores del estudio, resulta de gran interés para la industria alimentaria, ya que estos dos tipos de bacterias probióticas servirán para la creación de alimentos funcionales o productos farmacéuticos que persigan mejorar la absorción de los antioxidantes en el organismo y potenciar sus efectos protectores de la salud.

“Existen investigaciones que demuestran los efectos positivos del consumo de naranjas o zumo de naranja sobre enfermedades crónicas como enfermedades cardiovasculares y cáncer, propiedades atribuidas fundamentalmente a su composición rica en antioxidantes. Además, existen evidencias científicas que demuestran el papel tan importante que juega la microflora intestinal en la absorción y asimilación de estos compuestos. Por tanto, el conocimiento de qué bacterias están implicadas en la transformación, absorción y asimilación de los antioxidantes de la naranja es de suma importancia”, explica a la Fundación Descubre Gema Pereira Caro, investigadora del IFAPA y autora del artículo.

En base a este estudio se ha podido demostrar que la ingesta prolongada de un gramo (Bifidobacterium longum) del probiotico microencapsulado se mejora la absorción y metabolización de los antioxidantes del zumo de naranja y se potencian los beneficios saludables.

En los ensayos de laboratorio mantuvieron las bacterias probióticas en un medio de cultivo óptimo, sin oxígeno y a una temperatura estable de 37º C durante 48 horas inoculados con las flavanonas procedentes del zumo de naranja (naringenina, hesperetina, narirutina y hesperedina). Cada 12 horas se obtuvieron muestras y se identificaron los productos de transformación de estos compuestos por acción de las bacterias, denominados catabolitos.

A través de estas pruebas descubrieron que la actividad enzimática de las bacterias propicia la rotura de los enlaces químicos de las flavanonas. Concretamente, determinaron que los antioxidantes del zumo con estructura más simple son transformadas por la Bifidobacterium longum, mientras que la bacteria Lactobacillus rhamnosus modifica tanto los antioxidantes complejos como los simples.

Los resultados muestran, por tanto, su potencial implicación en la transformación in vivo de los antioxidantes de la naranja y al mismo tiempo, se definen los compuestos que confieren a este alimento su capacidad saludable.

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