El Triclosán, presente en muchos jabones y otros productos antibacterianos, daña las neuronas, según un ensayo que prueba investigaciones realizadas en los Estados Unidos y Europa, que catalogaron al Triclosán como neurotóxico.
Aunque en el Perú la Digemid ya ha verificado el retiro de las existencias de jabones que superan el límite permitido de Triclosán y Triclocarbán, hay que tener en cuenta a esta sustancia que puede estar presente en diversos productos de higiene y limpieza. Además, el límite establecido podría no ser suficiente.
El ensayo probó que este producto interfiere en las neuronas, daña la memoria y el sentido espacial, informa el Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica (BNI) de la Universidad de Chile, publicado en la revista Frontiers in Molecular Neuroscience.
El triclosán se encuentra en pastas de dientes, jabones, lavalozas, champús, desodorantes, entre otros, y se usa por su capacidad antibacterial y de conservante.
El trabajo estudió neuronas de cultivo in vitro y también se expuso a animales vía inyección intracerebrales en concentraciones muy bajas de este compuesto y se evidenció que el triclosán alteró el funcionamiento de las neuronas.
Seis ratas de control y seis de prueba, luego de tres inyecciones con un día de separación, fueron liberadas en un laberinto con una recompensa en el otro extremo y se observó que los roedores expuestos al tóxico fallaron y dieron vueltas desorientados, lo cual prueba que la sustancia afecta la memoria y el sentido espacial, todavía siendo bajas concentraciones.
Otros estudios señalan que la orina humana presenta cerca de 2 micromolares de triclosán, pero este estudio sugiere que en concentraciones mil veces menores a la que se estima en las personas, los efectos ya son tóxicos.
Los más vulnerables son los niños y las personas mayores, pues se podría alterar el desarrollo en los menores, y en los adultos estimularse la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
La discusión sobre el triclosán está mucho más madura en Europa y Estados Unidos. Conscientes de los posibles daños, la concentración máxima permitida por la Unión Europea es del 0,3% para la pasta de dientes y productos cosméticos como jabones, desodorantes, geles de ducha y maquillajes, y del 0,2% para los enjuagues bucales.
En Estados Unidos se realizó una investigación que demostró la presencia de triclosán en más del 50% de los cordones umbilicales, lo que alerta de posibles daños a nivel intrauterino. En Australia, por su parte, un estudio de orina hecho a 2.400 personas comprobó que todos dieron positivo a la presencia del tóxico.
Marcas como Colgate, anunciaron que retiraron el triclosán de sus productos.
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