El abuso de muchos adolescentes, jóvenes, e incluso niños en el uso de los teléfonos celulares y tablets está ocasionando el crecimiento de un “cuerno” óseo en la base del cráneo, pues pasan mucho tiempo encorvados, advierten científicos de la Universidad de Sunshine Coast, Australia.
La protuberancia ósea en forma de pico, llamado protuberancia occipital externa, aparece en la parte posterior de la cabeza, un poco por encima el cuello, puede sentirse al tacto y a veces incluso puede resultar visible en personas calvas y cree que sería irreversible, dicen los estudiosos.
Ese crecimiento óseo anormal se está observando desde hace una década, pero se ve cada vez con más frecuencia, señala el estudio, que analizó a 218 personas de entre 18 y 30 años de edad y fue publicado en la revista Journal of Anatomy.
El 41% de los analizados tenían en su cabeza esos picos de más de 10 milímetros, mientras que en un 10 % de los examinados superaban los 20 milímetros.
De esto ya se había tratado en febrero de 2018 en la revista Nature, donde se determinó la edad de las personas que contaban con ese tipo de formaciones. En el estudio participaron 1.200 individuos de entre 18 y 86 años, y el análisis concluyó que era significativamente más probable encontrar estas protuberancias entre los participantes de entre 18 y 30 años.
La explicación de la deformación apunta al uso excesivo de teléfonos celulares. Al inclinarse, los músculos del cuello se tensan para sostener la cabeza, que pesa aproximadadamente es de 4.5 kilos. En el lugar donde aparece este pico se concentra una gran presión muscular, y los especialistas creen que el cuerpo trata de adaptarse para aliviar esta presión creando nuevos huesos que ayuden a repartir el peso de la cabeza por una superficie mayor.
Esto no sucedió con personas de generaciones anteriores que durante siglos se han dedicado a la lectura, pues no presentaron esa deformación. La explicación apunta a que no dedicaban tanto tiempo a leer libros como las personas modernas dedican hoy día a los teléfonos inteligentes, motivo por el cual no sufrieron ningún cambio parecido. Fotos: Universidad de Sunshine Coast.