Investigadores del Hospital Henry Ford en Detroit demostraron una reducción significativa en las tasas de mortalidad con pacientes infectados con coronavirus COVID-19 a quienes se administró hidroxicloroquina (HCQ) frente a aquellos que no recibieron este fármaco, lo cual indica que pese a la campaña de la farmafia para sacar de su camino a medicamentos baratos como este, hay estudios independientes.
Los pacientes fueron hospitalizados entre el 10 de marzo y el 2 de mayo. “Los resultados de este estudio demuestran que en un entorno intrahospitalario estrictamente controlado por protocolo, el tratamiento con hidroxicloroquina sola e hidroxicloroquina [y] azitromicina se asoció con una reducción significativa de la mortalidad entre los pacientes hospitalizados con COVID-19”, escribieron los investigadores en El estudio publicado el 1 de julio en el International Journal of Infectious Diseases.
La cantidad de pacientes del hospital COVID-19 del experimento estaba entre una de las más grandes reunidas en una sola institución, señala el estudio sobre la HCQ.
Más de 2.500 pacientes con COVID-19 con una edad media de 64 años fueron incluidos en el estudio. La tasa de mortalidad para los pacientes que fueron tratados solo con HCQ fue del 13.5 por ciento; aquellos tratados con HCQ y azitromicina tuvieron una tasa de mortalidad del 20.1 por ciento; y los que no fueron tratados con ninguno de los medicamentos tenían una tasa de mortalidad del 26.4 por ciento, encontró el estudio.
La causa principal de muerte fue la insuficiencia respiratoria (88 por ciento), seguida de paro cardiopulmonar e insuficiencia multiorgánica (8 por ciento) y paro cardíaco (4 por ciento).
Estos hallazgos se producen después de que los investigadores de la Universidad de Oxford no encontraron un efecto beneficioso en el tratamiento de pacientes con HCQ en un estudio de 1,542 pacientes con COVID-19 publicado el 5 de junio como parte del estudio de virus de la escuela llamado “Ensayo de RECUPERACIÓN”, por lo cual dejaron de inscribir a los participantes en el ensayo con HCQ.
Después de que el estudio obtuvo una cobertura mediática significativa, la Organización Mundial de la Salud, los Institutos Nacionales de Salud y el productor genérico de HCQ Novartis también suspendieron sus ensayos de hidroxicloroquina, citando la falta de beneficios para los pacientes y problemas con la inscripción de pacientes.
Sanofi, una compañía farmacéutica francesa que produce el medicamento contra la malaria, también detuvo su ensayo clínico de HCQ.
Los movimientos de estas organizaciones y compañías principales para detener sus ensayos de HCQ han llevado a muchos a creer que el medicamento ya no era una opción para un tratamiento eficaz con COVID-19, pero los médicos y los pacientes recuperados de COVID-19 continúan promocionando la efectividad del medicamento a pesar de los estudios que no han encontrado beneficios o un aumento en las tasas de mortalidad.
Los investigadores de Henry Ford atribuyen la diferencia entre la efectividad de HCQ en su estudio en comparación con la ineficacia del medicamento en otros estudios al momento y el procedimiento.
“Los beneficios de la hidroxicloroquina en nuestra cohorte en comparación con estudios previos pueden estar relacionados con su uso temprano en el curso de la enfermedad con dosis estandarizadas y seguras, criterios de inclusión, comorbilidades o cohorte más grande. ... La terapia posterior en pacientes que ya han experimentado una respuesta hiperinmune o enfermedad crítica es menos probable que sea beneficiosa”, escribieron.
La HCQ es un fármaco antiparasitario inicialmente empleado contra la malaria y después contra el lupus y la artritis reumatoide, que son enfermedades en las cuales hay una reacción antiinmunológica excesiva del cuerpo. Al parecer la HCQ, al ser inmunosupresor, modularía este exceso de reacción. En el coronavirus COVID-19, la HCQ impide que el virus ingrese a la célula y su uso óptimo es combinado con ivermectina, que impide que el virus se reploque dentro de la célula, hasta lograr eliminar completamente al coronavirus en el cuerpo.
Los costos diarios de producción de HCQ y azitromicina también son significativamente más bajos de lo que cuesta producir remdesivir, fármaco que no muestra mucha diferencia en los beneficios que ofrece frente a otros tratamientos y se venderá en los Estados Unidos a US3,120 el tratamiento, pese a que expertos señalan que, incluyendo un margen de ganancia, el redemsivir no debería pasar de los US$10.
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