Comida chatarra afecta a la inteligencia
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Oxford indica que la comida chatarra, con abundante grasa, afectaría a la inteligencia.
Un estudio realizado por científicos de la Universidad de Oxford indica que la comida chatarra, con abundante grasa, afectaría a la inteligencia.
El trabajo, publicado por la Federation of the American Societies for Experimental Biology, señala que tan sólo con menos de 10 días de suministrar una dieta con alto contenido graso a ratas de experimentación, se observó un daño en la memoria de corto plazo de estos animales.
La investigación también analizó a ratas a las que se alimentó con una dieta baja en grasa, con un 7,5% de calorías grasas, a las cuales se comparó con ratas alimentadas con comida chatarra conteniendo 55% de calorías grasas.
Después de cuatro días los músculos de las ratas del grupo de dieta con alto nivel de grasa perdieron capacidad de emplear oxígeno para producir energía para el ejercicio, lo que causó un incremento en el tamaño del corazón.
Después de nueve días, las ratas del grupo de dieta con alto contenido graso cometieron más errores para desenvolverse en un laberinto y tomaron más tiempo para completar la tarea, mientras que las ratas con dieta baja en grasas corrieron 50% más en este lapso.
Los investigadores hallaron un incremento en los niveles de una proteína, llamada proteína 3 de desacoplamiento, en las células de los músculos de los roedores. Esa proteína hace a las células menos eficientes para emplear oxígeno y producir la energía que necesitan para correr.
Los autores subrayan que en el mundo occidental las dietas típicas contienen altos niveles de grasa, que se asocia a complicaciones de largo plazo, como obesidad, diabetes, insuficiencia cardiaca, pero que no se ha prestado atención a las consecuencias de corto plazo, como el caso de este estudio, por lo que esperan contribuir a que la gente replantee sus dietas y obtengan beneficios inmediatos para su salud y bienestar general, así como para su rendimiento mental.
La investigación también analizó a ratas a las que se alimentó con una dieta baja en grasa, con un 7,5% de calorías grasas, a las cuales se comparó con ratas alimentadas con comida chatarra conteniendo 55% de calorías grasas.
Después de cuatro días los músculos de las ratas del grupo de dieta con alto nivel de grasa perdieron capacidad de emplear oxígeno para producir energía para el ejercicio, lo que causó un incremento en el tamaño del corazón.
Después de nueve días, las ratas del grupo de dieta con alto contenido graso cometieron más errores para desenvolverse en un laberinto y tomaron más tiempo para completar la tarea, mientras que las ratas con dieta baja en grasas corrieron 50% más en este lapso.
Los investigadores hallaron un incremento en los niveles de una proteína, llamada proteína 3 de desacoplamiento, en las células de los músculos de los roedores. Esa proteína hace a las células menos eficientes para emplear oxígeno y producir la energía que necesitan para correr.
Los autores subrayan que en el mundo occidental las dietas típicas contienen altos niveles de grasa, que se asocia a complicaciones de largo plazo, como obesidad, diabetes, insuficiencia cardiaca, pero que no se ha prestado atención a las consecuencias de corto plazo, como el caso de este estudio, por lo que esperan contribuir a que la gente replantee sus dietas y obtengan beneficios inmediatos para su salud y bienestar general, así como para su rendimiento mental.