Un oficial médico que reveló el aumento alarmante de cánceres, miocarditis y pericarditis en personal miltar en actividad, es decir, personas que son reclutadas por su buen estado físico y se encuentran en edad laboral. Ahora sería obligado a pasar al retiro porque el Ejército había descartado esos datos aduciendo que son falla.
El primer teniente Mark Bashaw en su ceremonia de renuncia al mando en Aberdeen Proving Ground en Maryland el 9 de julio de 2021. (Graham Snodgrass/Army Public Health Center)
Los pormenores de este escándalo, que es seguido por el senador republicano Ron Johnson, están en este artículo de Ella Kietlinska y Joshua Philipp del 24 de agosto de este año:
EE. UU.: aumentan los cánceres, miocarditis y pericarditis en militares tras la inoculación Pfizer contra el COVID-19
Denunciante enfrenta separación obligada del Ejército
Por Ella Kietlinska y Joshua Philipp
The Epoch Times 23 August 2022
Un oficial médico del Ejército que descubrió un aumento repentino de enfermedades que coincidió con los informes de efectos secundarios junto con las vacunas contra el COVID-19, que el Ejército descartó como una falla de datos, dijo que se enfrenta a una separación obligada después de ser condenado pero no castigado por desobedecer el protocolo del COVID-19.
En enero de 2022, el primer teniente Mark Bashaw, oficial de medicina preventiva del Ejército, comenzó a notar algunas “señales alarmantes” en la base de datos epidemiológicos de defensa.
La base de datos de epidemiología médica de defensa (DMED), que rastrea enfermedades y lesiones de 1,3 millones de miembros del servicio del componente activo, mostró durante la pandemia un aumento significativo de cáncer, miocarditis y pericarditis; así como algunas otras enfermedades como la infertilidad masculina, los tumores, una enfermedad pulmonar causada por coágulos de sangre y el VIH, dijo Bashaw.
Todas estas enfermedades se enumeran en la documentación de la FDA como posibles reacciones adversas asociadas con las vacunas COVID-19, dijo Bashaw al programa “Crossroads” de EpochTV en una entrevista el 1 de agosto.
Al ver aumentos en los casos de estas enfermedades de hasta el 50% o el 100% en algunas situaciones, Bashaw dio un paso adelante como denunciante para plantear inquietudes sobre sus hallazgos.
Senador Ron Jhonson
La declaración de denunciante de Bashaw, presentada al senador Ron Johnson (R-Wis.), quien está facilitando el intercambio de información de las primeras investigaciones de los productos COVID-19 con el Congreso, dijo que veía la creciente incidencia de estos trastornos observados en DMED como “muy preocupante”.
Específicamente, la cantidad de casos de cáncer entre los miembros del servicio activo en 2021 casi se triplicó en comparación con el número promedio de casos de cáncer por año de 2016 a 2020, dijo Bashaw en su declaración.
Las responsabilidades de Bashaw en su calidad de oficial de medicina preventiva, con especialidad en entomología, incluyen “participar en consultas e investigaciones para determinar los posibles riesgos para la salud pública del personal del Departamento de Defensa [DoD] debido a enfermedades causadas por insectos y otras lesiones no relacionadas con la batalla”.
Falla en DMED
Una semana después de que se presentara esta información en enero en una mesa redonda “COVID-19: Segunda opinión” organizada por Johnson, los datos en DMED cambiaron, dijo Bashaw, y todos estos picos preocupantes en enfermedades y lesiones “parecían haber desaparecido y haber sido realineadod con años anteriores.”
Curiosamente, la falla no afectó los datos de 2021, que se mantuvieron igual. En cambio, los datos corregidos aumentaron los datos de casos de años anteriores, lo que hizo que los datos de 2021 parecieran normales y en línea con el promedio móvil, explicó Bashaw.
En respuesta a los denunciantes, el portavoz de la agencia de salud del Departamento de Defensa, Peter Graves, dijo a The Epoch Times que los datos en DMED “eran incorrectos para los años 2016-2020”, por lo que el sistema se desconectó para corregir la causa principal de los errores de datos, que no afectó los datos de 2021.
Después de la mesa redonda, Johnson envió tres cartas al Departamento de Defensa (DoD) solicitando una explicación del aumento repentino en el diagnóstico médico y los cambios en los datos DMED.
“La preocupación es que estos aumentos pueden estar relacionados con las vacunas contra el COVID-19 que nuestros hombres y mujeres en servicio deben recibir”, dijo Johnson en una de sus cartas.
El senador también envió una carta a la empresa de tecnología que administra DMED solicitando aclaración de todos los problemas de integridad de datos descubiertos en la base de datos.
Aunque Johnson recibió algunas respuestas de la compañía de tecnología, todavía no ha habido una "explicación sólida y racional" de por qué ocurrió una falla en la base de datos y qué era, dijo Bashaw.
Después de la falla, Bashaw extrajo datos del Sistema de Informe de Eventos Adversos a las Vacunas (VAERS) sobre lesiones relacionadas con las vacunas virales para compararlas con sus hallazgos en DMED. Comparó el promedio de los últimos 24 años con los datos de 2021 y encontró un aumento de once veces en el número de incidentes adversos sospechosos informados en 2021.
“Lo comparé con el promedio de los últimos 24 años, es un aumento del 1,100% en 2021. Y la única diferencia que tuvimos en 2021 fue el lanzamiento de estas vacunas COVID-19 autorizadas para uso experimental de emergencia”, dijo Bashaw.
VAERS es administrado por agencias del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) y sirve como “un sistema nacional de alerta temprana para detectar posibles problemas de seguridad en las vacunas con licencia de EE. UU.”, según el sitio web del HHS.
Aunque informar a VAERS es voluntario para las personas, “los profesionales de la salud deben informar ciertos eventos adversos, y los fabricantes de vacunas deben informar todos los eventos adversos que llamen su atención”, dice el sitio web. Sin embargo, los no profesionales también pueden reportar.
Productos autorizados para uso de emergencia
Bashaw trató de plantear sus preocupaciones sobre las vacunas COVID-19 a sus jefes en el ejército a través de los canales apropiados, recomendando que cambie su estrategia de comunicación de riesgos para la vacuna de “segura y efectiva” a “podría haber algunos problemas”.
Sin embargo, sus preocupaciones no fueron abordadas, dijo Bashaw. “Y luego, más tarde, fui atacado debido a mi propio estado de vacunación [COVID-19]”.
Bashaw dijo que se vio “obligado a un protocolo de prueba autorizado de uso de emergencia experimental, que era solo para los no vacunados”.
Cuestionó la política y dijo que obligar a las personas no vacunadas a someterse a un régimen de prueba de este tipo parece “coercitivo” y “algo punitivo”.
Bashaw invocó las disposiciones del Código de los Estados Unidos, que brinda protección de responsabilidad por productos para epidemias autorizados para uso de emergencia a los fabricantes y distribuidores del producto, el gobierno y el personal médico que administra el producto.
| Específicamente, la cantidad de casos de cáncer entre los miembros del servicio activo en 2021 casi se triplicó en comparación con el número promedio de casos de cáncer por año de 2016 a 2020, dijo Bashaw en su declaración. |
Sin embargo, la perspectiva de la persona que elige usar estos productos o para quien se le administra el producto no se considera en esta ley a pesar de que asume toda la carga del riesgo. “Por esta razón, [deberían tener] la capacidad de aceptar o rechazar estos productos”, dijo Bashaw.
“Es mi trabajo de oficial médico en general, advertir a las personas, o al menos tratar de comunicarles [a ellos] en lo que podrían estar metiéndose con estos productos”.
Bashaw señaló que el derecho del individuo de aceptar o rechazar la administración de estos productos y al consentimiento informado también se ha escrito en el Código de los Estados Unidos, específicamente en el Código de los Estados Unidos 21 § 360bbb–3.
Las personas a las que se autorice el uso de emergencia del producto deben ser informadas “de los importantes beneficios y riesgos conocidos y potenciales de dicho uso, y de la medida en que se desconocen dichos beneficios y riesgos”, estipula dicha ley.
Esto se aplica no solo a las vacunas experimentales, sino también a los procedimientos de prueba de la COVID-19 y al uso de mascarillas, dijo Bashaw.
En la mira por desobedecer las reglas de COVID-19
Bashaw ha sido sometido a consejo de guerra por desobedecer el protocolo COVID-19 obligatorio. Cuestionó la acusación diciendo que la orden de seguir el protocolo ignoraba el derecho del individuo al consentimiento informado garantizado por la ley estadounidense.
El tribunal condenó a Bashaw, pero el juez no dictó ningún castigo y recomendó al comandante general que retirara la condena, dijo Bashaw, pero el general confirmó la condena.
Después de la condena, el Ejército inició la separación obligada de Bashaw después de 17 años de servicio honorable. Su esperado ascenso a capitán también fue retenido, dijo el oficial.
La justificación de su baja fue que el ejército perdió la confianza en sus “capacidades como oficial durante los últimos siete meses”, explicó Bashaw.
Bashaw presentó una refutación, con la esperanza de revertir su curso.
Además, Bashaw presentó una denuncia ante el Departamento de Defensa, pero se tomó la decisión de que no hubo represalias contra él y el caso se cerró. Dijo que luego interpuso otra denuncia ejerciendo su derecho garantizado por el código de justicia militar para impugnar tales decisiones.
The Epoch Times contactó al Centro de Salud Pública del Ejército y al Departamento de Defensa para obtener comentarios.
Recientemente, Bashaw presentó una petición al Juez Abogado General del Ejército, pidiéndole al general que revise lo que ha presentado en la documentación oficial.
Esta es evidencia concreta y está bien fundada en la ley para proteger a los miembros del servicio y a las personas en general, dijo Bashaw. “No estaría arriesgando 17 años de mi servicio [y] la salud y el bienestar de mi familia con un argumento endeble”.
Bashaw dijo que le preocupa la integridad de los datos en los que los líderes basan sus decisiones estratégicas. Si los datos se manipulan de alguna manera, o si hay una falla en los datos, estos líderes de alto nivel toman decisiones “basadas en algo que podría no ser el caso”, explicó. Es especialmente “una señal grave de preocupación” si un contratista privado maneja la información médica de los miembros del servicio y tiene problemas técnicos.
“Y por eso es muy importante tener datos sólidos y fuentes confiables”.
Bashaw dijo que decidió llevar sus preocupaciones a la conciencia de sus líderes para honrar el juramento que hizo de defender la Constitución de los Estados Unidos y glorificar a Dios.
“Absolutamente haré todo lo que esté a mi alcance para advertir a mis hermanos y hermanas uniformados. Y ese es mi trabajo como oficial médico, comunicar riesgos y daños potenciales”, dijo Bashaw. “Ese es mi deber”.
*Ella Kietlinska es una reportera de The Epoch Times que se enfoca en la política estadounidense y mundial.
Joshua Philipp es un reportero de investigación galardonado de The Epoch Times y presentador del programa “Crossroads” de EpochTV. Es un reconocido experto en guerra sin restricciones, guerra híbrida asimétrica, subversión y perspectivas históricas sobre los problemas actuales. Sus más de 10 años de investigación e investigaciones sobre el Partido Comunista Chino, la subversión y temas relacionados le brindan una visión única de la amenaza global y el panorama político.
Traducido por Con Nuestro Perú de Global Research
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