Diversos estudios en los últimos años indican que la depresión podría facilitar el crecimiento del cáncer, en especial en la mama, así lo dio a conocer el Dr. Mauricio León Rivera, director de la Liga Contra el Cáncer, director médico del Centro Detector del Cáncer y cirujano oncólogo de la Clínica Ricardo Palma.
El término "depresión" hace referencia a un trastorno mental caracterizado fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, asociados a alteraciones del comportamiento, del grado de actividad y del pensamiento.
La conexión en diversos estudios
Una investigación publicada en el 2017, en la prestigiosa revista British Medical Journal encontró que aquellos que presentan “angustia psicológica” tienen un 32 % más de probabilidades de morir de cáncer en general.
De otro lado, un estudio del año 2016 publicado en Psychopharmacology Journal encontró que el químico "paroxetina,", un fármaco ISRS (inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina) estaba asociado con un aumento del 620 % en la tasa de cáncer de mama en mujeres que lo habían tomado durante un período de al menos cuatro años. La paroxetina también se le conoce con las marcas Paxil, Pexeva, Aropax, Seroxat, Sereupin y Brisdelle. El mismo estudio encontró bisfenol A, o BPA, en estas marcas. El BPA es un xenoestrógeno conocido.
Asimismo, otra investigación realizada en Brasil a fines de la década de 2000 establece una conexión entre infección, inflamación y depresión. Descubrieron que aquellos que luchaban contra la depresión tenían un nivel inusualmente alto de citoquinas productoras de inflamación en sus cuerpos durante el punto álgido en los episodios depresivos.
El especialista también dijo que, según los investigadores, las citoquinas han recibido una atención cada vez mayor como mediadores potenciales de la interacción con nuestro sistema inmunológico, neuroendocrino y vías específicas involucradas en el control del estado de ánimo, la energía y la actividad.
“Los científicos han descubierto que los síntomas de depresión en adultos y el cáncer de mama pueden estar relacionados, pero debemos estar atentos a nuevos estudios en este tema a fin de utilizar estrategias médicas al respecto”, señaló.
Finalmente, el Dr. León recomendó que podemos mejorar nuestros estilos de vida, practicando la meditación, el ejercicio rutinario o la reducción de alimentos potencialmente inflamatorios como el azúcar y el gluten que pueden ayudar a reducir el riesgo de diversas enfermedades como el cáncer.