Los sucesivos escándalos en torno al presunto delito de lavado de activos, por lo cual se investiga a Nadine Heredia, cónyuge del presidente Ollanta Humala, además de su desesperada lucha para obstaculizar la investigación y la transparencia, son la causa del incremento del repudio a ambos, pues la aprobación a la participación política de Heredia se redujo a un 10% y 12% para Humala.
Claro está, Humala ya había acumulado bastante rechazo con su incumplimiento de promesas y la gestión deficiente en el manejo de la seguridad ciudadana, entre otros.
La encuesta se realizó en el ámbito nacional urbano rural por GfK para La República y Latina.
Respecto de los valores anteriores, la aprobación de Humala cayó cuatro puntos, de 16% a 12%, y la de la Heredia, t, de 17% a 10%, siendo la primera vez que la aceptación de Heredia está por debajo de la de su esposo. El repudio a Humala creció seis puntos frente al último sondeo.
La mayor desaprobación a Humala se concentra en el sur, con un 90% de rechazo.
El 61% de los encuestados señala que este gobierno no ha hecho nada. El 31% opina que ha hecho lo suficiente y el 4% asevera que la gestión nacionalista ha hecho más de lo esperado.
La candidata de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, creció en preferencias electorales de 32% en agosto a 34% en este mes; la sigue Pedro Pablo Kuczynski con 12%, y el expresidente aprista Alan García no varió, con un 6%.
El perfil del votante que respalda a Keiko Fujimori es mayormente mujer, 57%; no le interesa la política, 60%; apoya la polémica campaña "Chapa tu choro", 78%; y aprueba la gestión de Luis Castañeda Lossio al frente de la municipalidad de Lima, 75%.
El votante de Kuczynski es mayormente hombre, 54%; vive en Lima, 47%; y, a diferencia del de Fujimori, sí le interesa la política, 54%. Además considera que podrá ahorrar, 40%.
El elector de Alan García es mayor de 40 años, 57%; vive en Lima, 47%; y simpatiza con un partido político, 51%.
El 90% de los peruanos considera que no existe un político totalmente honesto. Sin embargo, el 73% y el 22% indican que es "muy importante" e "importante", respectivamente, la honestidad de los candidatos al momento de decidir su voto.
